Restaurantes de CdMx, desolados previo al Día del Padre ante coronavirus

Debido a la pandemia de covid-19, los negocios de comida únicamente pueden vender alimentos para llevar.

Restaurantes registran poca asistencia previo al Día del Padre. (Rafael Montes)
Rafael Montes
Ciudad de México /

En la víspera del Día del Padre, restaurantes y otros negocios de la zona Roma-Condesa en la Ciudad de México tienen muy bajas expectativas de las ventas que esta festividad les pueda generar, pues las restricciones por la crisis sanitaria por el coronavirus no les permite recibir comensales.

Hasta ahora, en la capital, los negocios de comida únicamente permiten expender alimentos para llevar.

Aunque se esperaba que la próxima semana, el semáforo epidemiológico pasara de rojo a naranja, y con eso poder abrir al menos al 30 o 40 por ciento de su capacidad, el retraso del regreso anunciado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, desanimó a los restauranteros.

“Hace un año, estos días para nosotros fueron días que estábamos al tope, el Día de las Madres, el Día del Padre, el Día del Maestro, todas esas festividades para nosotros nos benefician mucho porque viene más afluencia de gente, pero en esta ocasión, de veras que está, vea usted mismo cómo no hay nada de gente”, platica Angélica Doval, del restaurante El Inicio, en la colonia Roma.
“En otros años se festejaba todo el fin de semana, todo el fin de semana era de festejo, de familias, de parejas, gente que dedicaba todo el fin de semana, no solamente el domingo, a festejar”, dice Bernardo Santibañez, encargado de La Cervecería de Barrio, de La Condesa, restaurante en el que aplicarán una promoción para incentivar más la venta a domicilio este fin de semana: por cada mil pesos de compra, regalarán una botella de whisky.

Pero no sólo los restaurantes resienten la caída de clientes. José Orozco es peluquero en La Condesa y dice que esperaba más gente para este fin de semana, pero las restricciones que también aplican para ellos, le obligan a recibir clientes sólo por citas porque no se pueden aglomerar en su pequeño local.

“De por sí la calle está sola, clientes no hay, no salen de sus casas, estamos con muy bajas expectativas. Bajó la clientela el 80 por ciento”, lamentó. 

Pero aun así, para mantenerse abierto y recibir a sus citas, dedica sus ratos libres a pintar la fachada de su local.

icc

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