Durante 15 años Jorge Armando Zúñiga vendió dulces, refrescos y cigarros en las alacenas de Toluca, pero con la llegada de la pandemia y las medidas sanitarias perdió su trabajo de forma indefinida, por lo que tuvo que salir a las calles para llevar comida a su casa.
"Vendía en las alacenas en el centro y debido al coronavirus ando vendiendo en los semáforos en lo que podemos regresar".
Posterior a que cerraron su local estuvo 10 días en cuarentena, sin embargo, los recursos se agotaron y tuvo que salir para buscar una fuente de ingreso.
"Decidí vender agua en el semáforo y al menos sale para la comida del día, mi hijo me acompaña y vende mazapanes, estamos desde las 11 de la mañana hasta que empieza a oscurecer como a las 7, desde hace mes y medio".
Reconoció que tuvo que vencer la pena y pasar entre los coches para ofrecer un litro o litro y medio de agua, producto al que le saca tres pesos por unidad, "en las alacenas salían 500 o 400 diarios aquí unos 150 pesos, pero al menos sale".
Con cubrebocas y gel antibacterial espera no contagiarse de covid-19 mientras terminan las acciones sanitarias para que pueda volver a su local donde había invertido en insumos para la llegada del Festival Festiva 2020 el cual se canceló.
"Eso nos afectó mucho porque ya esperábamos más ingresos, ya había comprado cosas para tener lo suficientes y como no lo pudimos sacar algunas ya caducaron, eso también fue pérdida para nosotros".
Puntualizó que mientras dure la contingencia venderá botellas de agua en las calles ya que su familia depende de ese ingreso.
"Lo que dure, a veces cuando hace calor vendo arriba de 25 o 30 aguas, cuando ha llovido vendo 11, entonces esperemos que las cosas sean favorables para vender más".
Por último puntualizó que hasta el momento no les han dado una fecha exacta para regresar a trabajar, estima se incorporarán hasta agosto o septiembre "por eso quienes no tienen nada que hacer en la calle que se quede en su casa para que esto se regularice y podamos tener todos trabajo".
KVS