"En mi cocina tengo una mezcla de culturas y gastronomías": Mónica Prida Coppe

La secretaria de Turismo municipal resalta su pasión por el arte culinario de México, España e Italia, herencia de sus abuelos.

Mónica Prida Coppe. (Andrés Lobato)
Rafael González
Puebla /

Mónica Prida Coppe es secretaria de Turismo en el municipio de Puebla y una amante de la cocina, reflejo de la influencia de sus abuelas con quienes creció y quienes además de prodigarle amor, le enseñaron sus respectivos recetarios, ya que “cocinaban muy bien las dos”, afirma.

Mexicanas de nacimiento, coincidentemente ambas se casaron con un europeo: un español y un italiano, respectivamente, por lo que el bagaje gastronómico de Mónica Prida es vasto, aunque se siente orgullosa de la cocina poblana, a la cual cada que puede la difunde y presume.

A la par, nació en una ella una gran afición por los viajes, al ser estos incontables en su registro, por lo que desde ya tiene visualizado cuál será el próximo destino: “La playa, aunque sea unos cuantos días, acompañada de mi familia”.

“Puebla me evoca tradición, gastronomía, historia, cultura, pasión": Mónica Prida Coppe. (Andrés Lobato)

¿Quién influyó más en su desarrollo culinario?

“Desafortunadamente, mi abuela paterna falleció antes, entonces tuve más tiempo con mi abuela materna, sin embargo, los recuerdos con mi abuela paterna es que todos los sábados me iba a dormir a su casa, era su consentida. Dormía en su casa y recuerdo mucho el café con leche o la leche con el pan remojado, así como levantarme los domingos a cocinar con ella, siempre a enseñarme a cocinar cosas nuevas”.

¿A qué jugaba en su niñez?

“Me tocó la época de las famosas barbies y no me libré de eso, pero me gustaba jugar a la comidita también; ahora de grande sigo jugando, pero de verdad”.

Y ¿a qué huele su cocina?

“Huele a dulce. Me gustan muchos los postres. Me gusta mucho la cocina en general. Tengo una mezcla de culturas y gastronomías. Por el lado de mi papá, mi abuela era de Atlixco pero mi abuelo era español y vivió muchos años en Cuba, entonces se cocinaba la comida muy poblana pero también la parte cubana y española. Por el lado de mi mamá, mi abuela era mexicana y mi abuelo italiano. Mi abuela aprendió a cocinar con la nonna las pastas, los risottos, las pizzas; y mi mamá cocinó y aprendió la comida mexicana e italiana, pero con mi otra abuela la parte de la cocina cubana y española. Tenemos una mezcla de sabores y de culturas y la gastronomía se presta para esto. La gastronomía poblana así se formó (…) si me preguntas, mi cocina preferida es primero la mexicana y después la española”.

Pero su platillo favorito es el chile en nogada

“Mi platillo favorito de la cocina mexicana es el chile en nogada y mi platillo favorito de la española es la fabada”.

¿Cómo era usted de niña?

“Bien portada, sacaba buenas calificaciones. Me gustaba jugar, pero era relativamente tranquila, ya después fui un poco más traviesa”.

¿Cuál es la travesura que más recuerda?

“Cuando tenía unos 17 años nos escapamos a Acapulco con unas amigas. De esa no me libré de la súper regañada y el castigo. Esa fue mi peor travesura”.

Como estudiante, ¿cómo fue?

“Bien. Siempre fui buen estudiante. Siempre me gustó la escuela y el tema académico”.

¿Cuál es su formación académica y cómo llega a la administración pública?

“Estudié turismo. Mi papá sufrió un infarto, una operación a corazón abierto y tuve que dejar de estudiar, después me casé y después volví a estudiar, pero me metí a psicología. Llegué a la administración pública porque entré a trabajar a la Dirección de Atención y Servicios al Turista en el estado hace aproximadamente 10 años”.

Además de la cocina, ¿qué otra cosa le apasiona?

“El turismo es apasionante porque te permite conocer muchas cosas más allá de ir de vacaciones, ya que te permite conocer otras culturas, otras formas de comer, vivir, costumbre y a veces hasta las historias que a veces no las entiendes hasta que vas y lo vives. El turismo te permite este aprendizaje a través de la experiencia”.

¿Cuántos destinos conoce?

“Nunca los he contado, pero soy muy de la idea que primero tienes que conocer lo que está cerca, lo que tienes en tu lugar de origen. Siempre digo que la gente no puede amar lo que no conoce. A veces amamos más de otras ciudades que la nuestra. Primero tienes que ser turista en tu ciudad, salir, conocer, porque además eso te permite después presumir lo que tienes”.

Cuando escucha Puebla, ¿qué le dice? ¿qué le evoca?

“Puebla me evoca tradición, gastronomía, historia, cultura, pasión. En Puebla hay mucha pasión por las cosas y los temas. Los poblanos somos intensos y entregados”.

Hasta ahora, ¿cuál ha sido su mayor reto?

“La recuperación de la pandemia es para todos no nada más en el turismo. Creo que el mayor reto es tomarnos de la mano y salir adelante juntos (…) Creo que es momento de reflexionar y tratarnos como lo que somos: hermanos todos. Al final todos vivimos en esta ciudad, en este estado y en este país. No nos vamos a mover de este país, lo que haces tú me afecta a mí, lo que hago yo te afecta a ti, y lo que hace el vecino nos afecta a ambos. Entonces, tenemos que ser conscientes y ese es un gran reto, que la gente deje de ver su interés personal por ver el interés común”.

¿Cuál ha sido su receta para la vida?

“Creo que una sonrisa por las mañanas, estar alegre, escuchar. Las personas necesitamos ser escuchadas, todos. Escuchar atentamente y buscar la felicidad del otro. Cuando tú estás rodeado de gente feliz, esto te permite ser feliz y el dar una sonrisa a los demás y el ser feliz hace que los demás tengan esa comodidad de estar cerca de ti. Levantarse todos los días sonriendo, buscando el cómo sí, cómo ser feliz y cómo hacer feliz a los demás”.
"El turismo es apasionante porque te permite conocer muchas cosas más allá de ir de vacaciones": Mónica Prida Coppe. (Andrés Lobato)

mpl

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