La persona que más admira es su padre, pero respeta a Margaret Thatcher por sus agallas para enfrentar los problemas como servidora pública. Le gusta leer y disfruta de las series de Netflix; sin prejuicios de género y fan del atún con cebolla.
A Nay Salvatori no le gusta la gente doble cara, prefiere a quienes se atreven a romper las reglas y muestran su verdadera personalidad. “Adicta” al café y “enferma” por la puntualidad, ha logrado equilibrar su vida para compartir su tiempo entre su familia y cumplir con sus obligaciones legislativas en San Lázaro.
Tal vez, algún día, sea la conductora de un programa de noticias en la televisión porque a la fecha, no quita el dedo del renglón.
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¿Cómo es un día en la vida de Nay Salvatori?
“Me despierto muy temprano, espero que despierte mi bebé, desayuno con él y de ahí me arreglo para salir a trabajar. Trato siempre de regresar a casa como 1:30 de la tarde para hacer de comer, me gusta mucho atender a mi hijo y a partir de las 4 regreso a hacer mis actividades, pero eso sí, tomando café todo el día, soy adicta al café. Regreso a casa a la hora que se termine toda la agenda, hay veces que regreso de madrugada o hay otras que lo hago a las 8 o 9 de la noche”.
¿Cuáles son las principales virtudes de Nay Salvatori?
“Soy madre y una de mis principales virtudes es que soy muy amorosa, entregada, soy muy disciplinada, enferma con la puntualidad”.
¿A qué te dedicarías si no fueras diputada ni tuvieras experiencia en la radio?
“Es una gran pregunta, siempre me lo he cuestionado. Si no fuera diputada estaría conduciendo un programa de noticias en televisión, de tipo informativo”.
¿Habría posibilidad de hacerlo cuando termine su trabajo legislativo?
“No quito el dedo del renglón, ahorita traemos un proceso político muy marcado, pero si la oportunidad se llegara a presentar, de conducir un programa de noticias e información claro que le entraba”.
¿Te gusta cocinar? ¿Cuál es tu platillo favorito?
“La verdad es que no me gusta cocinar (risas), no me gusta para nada pero lo tengo que hacer, algo que disfruto mucho en mi casa son los chiles poblanos llenos de atún y el atún cocinado con cebolla me fascina, esos son de mis platillos favoritos. A mi hijo le encantan las pechugas empanizadas con queso y jamón adentro”.
¿A Nayeli le gusta el fútbol?
“No, para nada. Pero eso sí cuando hay un Mundial me pongo la playera verde como se debe”.
¿Algún deporte en particular?
“La verdad es que el deporte me parece una disciplina muy importante que hay que apoyar, de hecho estoy en la Comisión del Deporte, no lo practico pero de repente hago ejercicio, pero ni lo practico y casi no lo veo”.
¿Tienes interés por el arte, la pintura o el cine?
“Pues el cine me gustaba antes de la pandemia (bromea). Me gusta mucho ver series, ahora terminé de ver The Crown y estoy viendo una que está muy romántica que se llama Velvet (ambas de Netflix). Me gusta mucho leer, apenas terminé de leer El Arte en la Guerra, de SunTzu, es muy bueno para la gente que nos gusta la política; híjole, trae unas frases y unas estrategias que enseñan”.
Como aficionada de The Crown, ¿hay algún personaje con el que te identifiques?
“Sería muy soberbio decir que me identifico con la reina Isabel II, pero si con algo me identifiqué con ella en la serie es que en esa época, ya casada, le dan el nombramiento a la corona y esto te dificulta como mujer a veces con tu pareja, como mujer si tienes un cargo más importante que tu pareja. Definir hasta donde dejas de ser mamá, hasta donde dejas de ser mujer o en este caso, hasta donde dejas de ser la reina es bien difícil aprender a mediar las cosas.Yo, por ejemplo, fui parte de la cifra de mujeres y digo parte de la cifra porque del 100 por ciento de legisladoras casadas nos divorciamos el 80 por ciento, precisamente por eso, porque es muy difícil lograr un equilibrio de ser madre, de ser esposa, de ser mujer y trabajar en algo tan demandante como lo es la Cámara de Diputados”.
¿Cómo haces para cumplir con el rol de familia y con la agenda legislativa?
“Ahorita por la pandemia a mis papás ni los veo, pero en mi rol de madre con mi hijo en cualquier momento libre que tengo yo lo aprovecho. En el momento hasta que le cambio el pañal y le doy de comer es como trabajar con él esa convivencia, no puedo estar con él 100 por ciento como quisiera pero siempre he dicho que voy a educar a mi hijo para que crezca sabiendo que las mujeres son completamente iguales a los hombres, que tenemos derecho a trabajar y crecer profesionalmente”.
¿Quién es la persona que más admiras en tu vida?
“La persona que más admiro yo creo que es mi padre, le aprendí muchos temas de trabajo, cuando ya tenía que jubilarse se quedó ahí porque era un amante de su profesión y me identifico mucho con él porque somos disciplinados y muy apasionados. De la vida pública admiro mucho a Margaret Thatcher porque es una mujer que emprendió, como primera ministra se enfrentó a muchos hombres y que tuvo muchas agallas para tomar decisiones”.
¿Cuál es tu época del año favorita?
“Yo creo que noviembre y diciembre. Noviembre porque se empieza a sentir el frío, es la fecha de Día de Muertos y se empieza a sentir mucha festividad de nuestras tradiciones, la ofrenda y me encanta el Halloween y en diciembre por la Navidad”.
¿Qué debe tener una persona para no ser de tu agrado?
“Ser hipócrita y ser muy protocolario. Me gusta la gente que a veces rompe las reglas, que es ella misma, que no habla con máscaras. No me gusta la gente que me adula, cuando alguien lo hace sé perfectamente que algo no está bien. Me gusta que la gente me diga la verdad”.
¿Cuál crees que es la opinión que la gente tiene de ti?
“Cuando hay gente que no te conoce de entrada ya tiene un prejuicio, a lo mejor piensan que soy un desastre, que soy muy mal hablada o no van a poder entablar una conversación tranquila conmigo, es muy difícil. Pero la verdad es que soy muy tímida, la gente que me conoce en persona hasta cuando estaba en radio decía ‘es que eres bien payasa’, cuando en el radio eres un personaje, soy muy tímida”.
¿Y qué pasa con los niños y los superhéroes?
“Mi hijo juega con mi maquillaje, juega con mis tacones, yo no le impondría ningún género a ningún niño. Para mí un color rosa o un azul no identifican un género. Si mi hijo juega con un superhéroe o con una Barbie me da igual”, finalizó.
mpl