Andrea Arellano Mendoza es originaria de San Miguel de Allende, Guanajuato, quien desde el 2016 se fue a estudiar a Francia y actualmente reside en la ciudad de Lyon. Andrea relató para Milenio su experiencia debido al confinamiento que se está viviendo en la actual Fase 3 de dicho país.
Explicó que a pesar de que en febrero el país francés declarara encontrarse en Fase 1 de contingencia por Covid-19, no se vio afectado su estilo de vida cotidiana. Ella y sus compañeros siguieron acudiendo a clases de manera regular.
A finales de febrero se declararía la Fase 2, donde se prohibieron todas las aglomeraciones de miles de personas, por lo que todos los eventos culturales y deportivos tuvieron que ser cancelados. Para que el 12 de marzo se anunciara el cierre de las escuelas de todos los niveles educativos.
El 14 de marzo, Francia se declararía oficialmente en Fase 3, lo que significa que todos los negocios que no fueran indispensables debían ser suspendidos. Por lo que tendrían que entrar en confinamiento toda la población por lo menos durante los próximos 15 días.
“Al principio teníamos solo permiso para salir a hacer compras, ir a la farmacia o para hacer un poco de ejercicio. Teníamos que llenar una forma y llevarla contigo cuando estuvieras afuera de tu casa. En esta forma ponías que ibas a hacer y dónde estabas residiendo”, contó.
“Ahora hay más restricciones, tenemos máximo una hora para salir, ya no puede salir a más de un kilómetro a la redonda y si no tienes tu pase y un policía te para, te pueden poner una multa de hasta 300/400 euros”, agregó.
Dijo que los estudiantes como ella siguen teniendo clases y exámenes en línea, pero es incierto el panorama sobre volver a clases en algún momento. Les han dicho que podría alargarse el confinamiento hasta finales de abril, pero no existe una pronunciación oficial al respecto.
“Muchos estudiantes extranjeros se tuvieron que quedar en las residencias estudiantiles. Donde tienen un cuarto de no más de 10 metros cuadrados. Yo tuve la oportunidad de estar en un pueblito con la familia de mi novio, donde tienen una casa que es más grande con un jardín, que es más cómodo que estar en un departamento en la ciudad”, expresó.
Afortunadamente Andrea se encuentra resguardada desde hace varias semanas en un espacio de sana convivencia. Además no ha tenido contacto con personas sospechosas o confirmadas de tener dicha enfermedad. Por lo que reiteró que todos sus conocidos están tratando de realizar su vida a pesar de las limitaciones.
“Siento que hay más personas que están intentando hacer un cambio y reducir el riesgo de que la pandemia crezca aún más. Por el momento estamos esperando”, concluyó.
Cabe destacar que Francia es uno de los países con mayor cantidad de contagios y decesos por coronavirus, al igual que Italia y España.