Los aumentos de los precios de los productos del campo seguirán durante los próximos años y se detendrá hasta que se presente una recuperación de los productores, situación que ocurrirá en un lustro.
Luis Andrés Cabrera Mauleón, investigador de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que se está presentando una reacción en cadena que afecta la producción del campo ante la combinación de factores como los efectos del covid-19, la sequía y la guerra en Ucrania.
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“Si le agregamos en reacción en cadena, guerra, más covid, más sequía, híjole, esto mínimo cinco años para una recuperación más o menos estable, ya para un superávit a lo mejor más si hacemos las acciones correctivas. Si seguimos igual, hay frases de estas, los sabios que dicen que, si queremos hacer un cambio, pues necesitamos hacer las cosas diferente”, apuntó.
Explicó que, a lo largo de este año, los productos del campo están registrando aumentos de entre 20 y 30 por ciento; sin embargo, algunos alimentos ya aumentaron más del doble en comparación con 2021.
“Los incrementos van del 20 al 30 por ciento este año en los productos del campo. Hablamos de un incremento de hasta una tercera parte, entonces, se siente más en algunas ciudades. En el medio rural, hay alternativas por el conocimiento del medio que se tiene, entonces, el campesino colecta hierbas comestibles; sin embargo, en las ciudades, si no hay dinero no se come”, apuntó.
Los vegetales y semillas que se siembran requieren de tres principales elementos químicos en mayor proporción, nitrógeno, fósforo y potasio, los cuales, aumentaron de precio ante un desabasto.
“Los principales fertilizantes agrícolas fabricados industrialmente contienen estos elementos y dos de ellos, el nitrógeno y el fósforo, están presentes en fórmulas de fertilizantes, y Rusia es uno de los principales proveedores, por el problema bélico, el costo de estos productos se ha incrementado de manera importante”, apuntó el investigador de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Upaep.
Los productores del campo se enfrentan a la disyuntiva de sembrar menos, utilizando menor cantidad de fertilizantes, acción que va a implicar una significativa reducción en los volúmenes de alimentos producidos, situación que se verá reflejada en los meses de noviembre y diciembre.
Ante el panorama complicado para la economía de los agricultores mexicanos, el uso de los abonos orgánicos son otra fuente de fertilizantes que ayudarán a soportar la producción, propuso el investigador.
Al mismo tiempo, el especialista de la universidad poblana destacó que la agricultura familiar, es decir, a la producción de alimentos para el abasto de un hogar, es una alternativa ante los incrementos de precios.
AFM