La tragedia en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, en la capital del estado, donde murieron cuatro niños y tres adultos al desplomarse una vivienda por el derrumbe de una ladera, es una muestra de que la explosión demográfica ganó a la planeación y diseño de ciudades como Puebla.
En el punto anterior coincidieron Hugo Ferrer Toledo, decano de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep); y Manuel Díaz García, consultor ambiental, quienes resaltaron la importancia de que se trabaje en una actualización de los mapas de riesgo y se vigile el crecimiento de la mancha urbana.
Por un lado, Ferrer Toledo resaltó la importancia de que los planes de urbanización de una ciudad se respeten y se incluyan planes de riesgo para evitar que se coloquen asentamientos humanos en zonas que pueden traducirse en tragedias.
“La exposición demográfica nos ha ganado y hemos realizado estudios de urbanismo ya que nos ganó la población. Nuestros planes de urbanización y crecimiento de la ciudad deben incluir las zonas en las que no se pueden instalar casas”, comentó.
En entrevista, el especialista en Ingeniería Civil expresó que las ciudades deben contar con atlas de riesgo elaborados a partir de la participación de todos los sectores de la sociedad y luego deben difundirse para que se respeten las medidas de prevención correspondiente.
“Si sabíamos que en la zona pasan ríos, si sabemos que hay un talud, hagamos los estudios correspondientes e implementamos las medidas antes de que lleguen las viviendas. Si ya están las viviendas, entonces, hagamos con mayor urgencia las medidas correspondientes”, comentó.
Señaló que la tragedia en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla debe ser un llamado de atención para las autoridades para que refuercen medidas preventivas y vigilen el desarrollo de la mancha urbana; y, al mismo tiempo, para que la sociedad no construya viviendas en zonas de riesgo e intente rellenar barrancas o riberas de los ríos.
“Si tenemos ya población en una zona de riesgo determinado, apliquemos las medidas correspondientes. En épocas de lluvia, es inminente que se reblandecerán las laderas de los cerros. Tomemos en cuenta el pasado, la historia para que no se vuelvan a repetir este tipo de casos”, apuntó.
Por su parte, Manuel Díaz García, consultor ambiental, lamentó que cada año, en época de lluvias, se presenten tragedias, situación que obliga a las autoridades y a la sociedad en general a implementar acciones para minimizar el riesgo.
“Las acciones deben concentrarse en instruir a la población mediante pláticas, conferencias, congresos, para que haya información y se le haga ver a la población los diferentes riesgos que existen. Al mismo tiempo, es necesario poner en marcha un sistema de monitoreo de alerta temprana que nos permita monitorear laderas que presenten inestabilidad; y, sin duda, deben construirse estructuras de contención, entre ellas, los muros, barreras de pilotes, la construcción de terrazas, la protección mediante mallas y la reforestación”, explicó.
MITM