Primos y tíos de la familia calcinada en Zoquitlán, afirmaron que sus parientes no son ningunos delincuentes, si no que, fueron víctimas de la inseguridad e impunidad que hay en la Sierra Negra, donde el cobro de piso es constante y ha desplazado a familias, cometido asesinatos y desaparición de personas.
Ante medios de comunicación, negaron que la muerte de Uriel, su esposa Angélica y de sus hijos Iker Jacinto y Abad Uriel, de siete y nueve años de edad, respectivamnte, ocurrida el viernes pasado en el paraje “Dos Caminos”, haya sido por un incendio que hubo en su vivienda: “no es verdad, porque los vecinos escucharon los disparos de arma de fuego, seguido de esto se dio el incendio de la vivienda donde quedaron los cuatro cuerpos calcinados, saben que en la cocina que está distante de la casa que se quemó, hay sangre y cartuchos percutidos”, afirmaron.
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Pese a ello, los vecinos no quieren hablar ni dar mayores detalles por temor a correr la misma suerte, indicó la familia de las víctimas.
También aseguran que la delincuencia en Zoquitlán tiene impunidad de las autoridades, pues afirman que el presidente municipal no ha hecho nada por denunciar la inseguridad.
Indicaron que en esta zona, se han presentado varios asesinatos de personas adultas, así como desaparición de algunas personas como Serafín Sandoval Ruiz y su hijo Ricardo, quienes no son localizados desde el pasado 20 de mayo, pues la última vez que tuvieron contacto con ellos fue en la Laguna Chica Veracruz, ellos vivían en Tepexilotla Zoquitlán.
Afirmaron que, la Sierra Negra se ha convertido “en tierra de nadie”, donde, a decir de los declarantes, no hay justicia en dicha zona y además, acusan que está abandonada por las autoridades del estado y federales.
Por lo cual, piden que se haga justicia del asesinato de los cuatro integrantes de esta familia, y la Fiscalía General del Estado atraiga la investigación de este caso y otros más que se han registrado, de los cuales hasta estos días no han aclarado ni detenido a los responsables.
Probable móvil del asesinato
Una de las versiones que circula entre las posibles causas del asesinato de la familia, es que, en días pasados, Uriel le habría reclamado a un hombre por haberse apropiado de un manantial que era de la familia de la víctima. Quien, tras adueñarse de este manantial, cortó en tramos pequeños todas las mangueras, sin embargo, tras haberle hecho el reclamo, el padre de familia fue amenazado de muerte.
Aseguraron que Uriel de 34 años, no era delincuente, si no, comerciante, tenía una tienda de Liconsa, vendía gasolina que compraba en Zongolica, -no era huachicolero-, aclararon. Además, era mayordomo de la iglesia.
AAC