Ferieros de la organización Aquiles Serdán se manifestaron para exigir a las autoridades municipales y estatales que se les permita trabajar, ya que no tienen para comer, pues desde hace más de un año no han generado ingresos por la pandemia.
En entrevista, la señora Victoria Flores, representante de la organización, señaló que son más de 400 familias de la capital que dependen de esta fuente de trabajo y que actualmente han vendido todas sus pertenencias para salir adelante.
"Pedimos que nos dejen trabajar, debido a que es más de un año que no generamos ingresos y ya no tenemos que comer y sabemos que no están permitidas las ferias patronales pero proponemos que nos permitan hacer nuestras actividades en espacios como parques o jardines con todas las medidas sanitarias y aforos reducidos", enfatizó la representante.
La dueña de juegos mecánicos precisó que han presentando sus medidas sanitarias a la Coordinación General de Protección Civil del estado, sin embargo no se les ha permitido instalarse, pues las fiestas patronales están suspendidas.
Ante esto, comentó que están dispuestos ha implementar todas las medidas sanitarias, así como aforo reducido para trabajar, pues señaló que ya no cuentan con dinero para sobrevivir.
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Agregó que el gobierno permitió la reactivación de otros giros como balnearios y baños públicos, que a su decir existe mayor riesgo de contagio:
"Han permitido que otros negocios como los balnearios y baños públicos o salones sociales ya puedan trabajar pero nosotros solo pedimos un espacio para trabajar con un aforo reducido, pues son puestos de canicas, juegos mecánicos y antojitos mexicanos".
Victoria Flores comentó que también entregaron una lista de las juntas auxiliares para instalarse:
"Ya tenemos hambre, ya no sabemos que hacer porque no tenemos ya dinero. Si pedimos que nos den áreas para unos cuantos juegos, vamos a sanitizar el área de manera constante, entregar gel antibacterial y toma de temperatura".
Ante la inconformidad, indicó que la mayor parte de los agremiados tienen más de 40 años dedicándose a este ramo y es de generación tras generación.
mpl