Festejo ante plaza desierta y multicolor

Crónica

Zócalo. La pandemia impuso una fiesta con el Centro Histórico vacío, blindado al máximo y sin la algarabía de años anteriores.

Fuegos artificiales enmarcaron la celebración frente a Palacio Nacional. (Omar Franco)
Niños felices en plena emergencia. (Araceli López)
Edificio del gobierno capitalino. (Jesús Quintanar)
Seguridad con binomios caninos. (Jesús Quintanar)
Selene Flores y Omar Brito
Ciudad de México /

Filtros de seguridad, un helicóptero, dos mil 800 policías, el cierre y resguardo total del Centro Histórico fueron necesarios para garantizar una plancha del Zócalo casi vacía para la ceremonia del Grito de la Independencia debido a la pandemia de coronavirus.

Las medidas para evitar el ingreso de peatones constaron de cuatro filtros de seguridad; el primero, a cargo del Ejército mexicano, y los otros tres, coordinados por la Policía Metropolitana, de Proximidad y Tránsito de la SSC.

Edificio del gobierno capitalino. (Jesús Quintanar)

No hubo verbena, tampoco disfraces, ni banderas ondeantes. Ningún comerciante, todos los negocios permanecieron cerrados.

El acceso al primer cuadro de la Ciudad de México permaneció cerrado y resguardado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de CdMx; en el dispositivo de seguridad participaron alrededor de 2 mil 800 policías, apoyados por más de 160 patrullas, 67 motocicletas, 17 grúas, una ambulancia y un helicóptero.

Cientos de policías bloquearon el paso a toda persona que intentara llegar a la plancha del Zócalo a festejar el inicio de la Independencia de México, convirtiéndose en un gran desierto multicolor.

Seguridad con binomios caninos. (Jesús Quintanar)

En las emblemáticas calles Francisco I. Madero, 5 de Mayo, Donceles, y en el resto que rodea el primer cuadro del Centro Histórico, fueron colocadas vallas y elementos de policía de la CdMx.

A pesar de la difusión de que el Zócalo se mantendría cerrado y que la ceremonia del Grito por el 210 aniversario de la Independencia de México sería sin gente, cientos de curiosos se acercaron para confirmar si habría paso. Al encontrarse con los uniformados, tomaban fotos y daban vuelta.

Niños felices en plena emergencia. (Araceli López)

La avenida Juárez fue el refugio para quienes, a pesar de la pandemia de covid-19, tenían ánimo de celebración. El flujo era poco a diferencia de un año normal, pero cada 20 metros había comerciantes con las tradicionales banderas, moños, playeras y, como sello de este año, el cubrebocas patrio.

Con bigotes falsos, sombreros, caminando o en bicicleta, niños corriendo con espuma en aerosol (la mayoría hijos de comerciantes) o con huevos llenos de confeti paseaban frente al cercado Palacio de Bellas Artes.

Fuegos artificiales enmarcaron la celebración frente a Palacio Nacional. (Omar Franco)

“Está todo cerrado, cabrón, te dije”, reclamaba alguien a su familiar que insistente, quiso llegar hasta Madero y Eje Central.

Una vez que cayó la noche y con la amenaza de lluvia, la poca gente se fue dispersando para que la afluencia en la zona fuera como cualquier noche.

“Mañana no vamos a trabajar ninguno; nos ha ido muy mal, desde marzo, pero este mes era el bueno junto con la Navidad, esperemos que no lleguemos vendiendo cubrebocas con lucecitas y música para esas fecha”, comentó un comerciante ante el panorama.

Mientras tanto, más allá del Centro Histórico, la alcaldía Miguel Hidalgo, encabezada por Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra, anunciaba que en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la CdMx, desplegará el operativo de seguridad #IndependenciaMH2020 para evitar fiestas multitudinarias con motivo de las fiestas patrias.


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