En México la Pascua se asocia únicamente al catolicismo, sin embargo, esta celebración también es acogida por otras religiones.
Es el caso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD), cuyos feligreses tomarán la Pascua como oportunidad para reflexionar sobre los sacrificios que Cristo, El Salvador, tuvo para con la humanidad, y cómo pueden replicar su fe desde sus alcances personales.
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Marco Antonio Pérez, presidente de Estaca Puebla-La Libertad, compartió a MULTIMEDIOS Puebla cómo es que este grupo religioso, con más de 1.4 millones de fieles en México según el Censo 2020 Inegi, se preparó para esta celebración.
“Tenemos la oportunidad de leer los pasajes de la semana del sacrificio del Señor porque es un conocimiento que nos ayuda a comprenderlo mucho más”.
A petición del presidente de la IJSUD, Rusell M. Nelson, el próximo domingo 9 de abril, Día de Pascua 2023, los mensajes en las iglesias deberán estar enfocados en las acciones que Jesucristo realizó para salvar a cada persona.
“Después de nuestra reunión en el Salón Sacramental regresaremos a casa para meditar sobre esta expresión. Esa es la forma en que nosotros podemos celebrar la Pascua de manera particular en este año”.
Y es que para ellos, la Pascua no es exclusiva de la Semana Santa. A diferencia del catolicismo, que la recuerda una vez al año, los creyentes de la Iglesia lo recuerdan a través de la bendición del pan y el agua, que representan el cuerpo y la sangre de Cristo y se reparte entre los asistentes a las asambleas semanales.
“La Iglesia de Jesucristo celebra la Pascua de una manera singular. No tenemos alguna festividad en particular, todos los miembros de la Iglesia actúan de forma normal, no dejaron de comer carne, no hacemos alguna procesión en la Semana Santa”.
Lejos de la adoración a los “simbolismos” como imágenes y cruces, así como el decorado barroco de los templos, algo que la IJSUD sí comparte con el catolicismo, es la colocación de flores porque representan vida y resurrección, también se forman coros que componen himnos a Jesucristo y, algunas familias, promueven los Huevos de Pascua entre los pequeños.
Pérez recalcó que la Semana Santa y la Pascua son una oportunidad para mejorar como individuos y ofrecer las fortalezas personales en favor de la comunidad que nos rodea. “Hacer nuestra parte, hacer nuestro esfuerzo por guardar los mandamientos, por procurar mejorar cada día, aumentar mis virtudes, mejorar en algún aspecto. Sabemos que es un desafío pero ese es el propósito. Reunirnos como miembros de la Iglesia nos fortalece, no podemos crecer de manera individual. Toda la humanidad somos hermanos, todos tenemos el propósito de regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial”.
AAC