Problemas familiares relacionados con el manejo de recursos desencadenaron divisiones en la Fundación Mary Street Jenkins, que impulsó la creación y es benefactora de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), el Colegio Americano de Puebla y del Club Alpha de Puebla, entre otras instituciones.
La Fundación Mary Street Jenkins, que inició sus operaciones con los recursos que dejó el empresario, William O. Jenkins, trabaja en México desde 1954 y desde entonces, apoya acciones de educación, cultura, salud, deporte y asistencia social.
En México, la Fundación Mary Street Jenkins es considerada como una de las instituciones benefactoras más importantes del país y acumula seis décadas con más de una centena de proyectos patrocinados con sus recursos económicos desde la construcción de hospitales y escuelas en el país, complejos museográficos, reconstrucción de comunidades afectadas por sismos, y de manera reciente, labores de atención y protección de la ciudadanía frente a los embates de la pandemia de covid-19.
En vida, el empresario de origen estadounidense William O. Jenkins desarrolló negocios en las ramas textil, azucarera, alcohol, la industria del cine, entre otras. La fortuna que dejó el empresario es manejada por una fundación que lleva el nombre de su esposa Mary Street Jenkins.
En 1964, la Fundación Mary Street Jenkins colaboró en la construcción del Colegio Americano, tanto en los niveles secundaria como preparatoria en la zona de las Ánimas en Puebla; y un año después, otorgó donativos destinados a apoyar la creación del Club Alpha 3.
Fue en el año 1967 cuando la fundación apoyó el desarrollo de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) en el terreno conocido como rancho de Santa Catarina, en San Andrés Cholula, Puebla. La institución de educación superior abrió sus puertas en 1970.
Actualmente los integrantes de la familia Jenkins enfrentan una disputa por el manejo de los recursos de la fundación creada hace más de 60 años.
En el año 2013, Guillermo Jenkins de Landa, el primogénito de la familia Jenkins de Landa y nieto de William O. Jenkins, fue separado de la fundación.
En el año 2015, Guillermo Jenkins de Landa, a través de su abogado, Carlos Serna Rodríguez, solicitó una revisión de la operación de la Fundación Jenkins, que es manejada por sus padres, Guillermo y Sofía de Landa de Jenkins, entre otros integrantes de la familia.
Actualmente, está activo el proceso legal por el que Guillermo Jenkins de Landa reclama regresar como patrono a la Fundación Jenkins que fundó su abuelo, y argumenta que el proceso de 2013 para separarlo de su puesto fue irregular.
En los últimos años, las acusaciones del equipo de abogados de Guillermo Jenkins de Landa aumentaron.
En junio de este año, la Fundación Mary Street Jenkins aseguró que existe una “serie de señalamientos dolosos en su contra” y señaló se busca desacreditar su labor altruista a favor de México.
A través de un comunicado dado a conocer el 15 de junio, la fundación que en 2014 se trasladó a Zapopan, Jalisco, señaló a Guillermo Jenkins de Landa de patrocinar una campaña de desprestigio en contra de la fundación con la finalidad de generar una narrativa “falsa y mentirosa” con la intención de apoderarse de un patrimonio que definió hace 67 años el fundador, William Oscar Jenkins.
En el escrito se señala que la familia Jenkins de Landa destacó que el patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins es privado y no de propiedad pública como se ha “querido establecer con un sentido de apropiación y faltando a la verdad”.
De la misma forma, se agrega que, a pesar de las controversias judiciales, la Fundación Mary Street Jenkins y su patronato siguen ejerciendo su labor y se resalta que los recursos se destinan a labores de apoyo a la comunidad, educación, salud, deporte, y cultura.
AFM