De las tres lavadoras que Patricia Díaz tiene en su lavandería, a veces funcionan dos y no es porque estén fallando. Las máquinas sirven como desde el primer día que abrió su negocio, pero lamentablemente no puede cargarlas de ropa porque no hay como lavarla.
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La escasez de agua que afecta a unos 800 mil habitantes del sur de Tamaulipas alcanzó a las lavanderías. Hace seis años, Patricia emprendió la suya en la colonia Primero de Mayo de Ciudad Madero y desde ese entonces nunca se había visto obligada a tener que cerrar por la falta del vital líquido.
“Yo le pido mucho a Dios que llueva, pero parece que cada vez se alarga más la espera porque los pronósticos no se oyen favorables todavía. Nunca imaginé que esto sucedería y la verdad estoy batallando con el negocio”. Otro día más de incertidumbre, como desde hace tres semanas.
Patricia vive y mantiene a los suyos con lo que obtiene de su lavandería donde los ingresos han mermado, pero no por bajas ventas, al contrario: están llegando muchos kilos de ropa que no puede lavar.
“Diario puedo atender a cuatro clientes, dos por la mañana y dos por la noche. Esto se traduce en unos 20 a 25 kilos nada más, habitualmente tenía más de ocho clientes en un día. Hay clientes que han entregado el sábado y hoy que es jueves apenas se les está entregando su ropa, hay muchos desfasados”.
Para poder cubrir a los pocos clientes, no le queda más que esperar a que se suministre el servicio del agua que comúnmente ha sido por la mañana y en la noche.
Lamentablemente ha llegado con suciedad y esto complica las tareas. “De hecho tuve que esperar a que fluyera un poco esa agua para poder utilizarla, ni siquiera fue efectiva la recolección en ese momento el agua, tuve que clorarla”.
Así como en este negocio diversos establecimientos de Ciudad Madero han sido golpeados por la sequía que los lleva a dos futuros: una nueva cultura de cuidado del agua o un cierre definitivo.
“Eso me causa incertidumbre porque uno escucha a las autoridades de la COMAPA que comentan una cosa y después en redes sociales vemos otras imágenes que nos alarman”.
Con información de Mario Juárez