La geriatría en los últimos 10 años ha tenido una relevante importancia ya que la población en México ha incrementado su promedio de vida que antes era de 65 o 70 años, pero ahora en el caso de las mujeres es de 83 mientras que en el hombre de 81 años.
Esto ha provocado que las enfermedades propias de la adultez como el deterioro neurocognitivo, la demencia senil, Alzheimer, Parkinson, las alteraciones neuromotoras y las enfermedades osteoarticulares vayan en aumento.
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“La edad adecuada para que un paciente acuda con un especialista geriatra es después de los 65, que es cuando inician las enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión, los problemas osteoarticulares, la limitación para caminar, alteraciones en rodilla y las enfermedades que son los jinetes de la apocalipsis como la demencia senil, el síndrome de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer”, indica el médico Luis Legorreta del Ángel, especialista en geriatría.
Señala que la demencia senil se presenta en una o 2 personas de cada 10 en el grupo de los 60 a 70 años, mientras que de los 70 a los 80 serán 3 o 4, incidencia que aumenta de los 80 a los 90 al ser 5 o 6 de una muestra de 10 los que manifestaran el padecimiento.
“El que generalmente detecta el problema de la demencia senil es el familiar más cercano, puede ser la esposa, el hijo, la hija, quienes empiezan a notar cierto tipo de actitudes que no van con su personalidad, conductas raras como no poderse abrochar una camisa, olvidos frecuentes, actitudes repetitivas extrañas, esto se va a ir acentuando y es cuando el familiar acude con el especialista”, manifiesta el doctor Legorreta.
Cuando estas condiciones empiezan a manifestarse de forma inicial los cuidados se pueden llevar en casa, siempre con la unión del especialista y la familia, que además vaya apoyado en un trabajo multidisciplinario siendo necesaria primero la valoración del geriatra, la medicación y las recomendaciones para saber cómo tratar al paciente.
Cuándo optar por una casa de retiro
La decisión de llevar a nuestros abuelitos a una casa de retiro es meramente de la familia, que dependiendo de las circunstancias que enfrenten para brindar los cuidados que requiera a su familiar tendrá que valorar si es lo más conveniente y necesario, por lo que será basado en recomendaciones que hayan tenido de las diversas casas geriátricas que tomarán una decisión.
Casa Lemar es una de ellas y se especializa en el cuidado, atención y administración de medicamentos por parte del personal de enfermería, además ofrece servicios alternos como el de un terapista físico, cuidados de día, actividades manuales, karaoke, yoga y feng shui.
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El especialista Luis Legorreta acepta que algunas personas que llegan a la casa no aceptan entrar, pero cuando se dan cuenta de la atención, cuidados, cariño y otras alternativas que los mantienen ocupados, cambian su concepto radicalmente al grado de indicar que de cada 10 personas que los buscan solo una es la que no se adapta.
“El tratamiento de una persona con un deterioro neurocognitivo, con una enfermedad de Alzheimer o con una demencia senil es de por vida".
El tratamiento no es corto, es muy largo y no debe suspenderse, así como las valoraciones geriátricas que pueden ser de 2 a 3 veces por año y que el familiar que cuida les provea de cariño y cuidado”, explica el especialista geriátrico.
Respecto a la personalidad de los adultos mayores, el doctor Legorreta, señala que cuando se llega a una demencia senil se llevan consigo su esencia.
Si fue un adulto joven, travieso inquieto, grosero, va a ser exactamente igual después de los 70 u 80 años; quien fue pasiva va a transitar por una demencia senil tranquila, pasiva, amable buena gente, eso no cambia y lo confirman los 9 años cuidado a los adultos mayores en casa Lemar.
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Sugiere que es muy importante no olvidarnos de nuestros adultos mayores, de nuestros abuelitos, haciendo el exhorto para que los cuiden y los amen, ya que fueron ellos quienes nos dieron vida, por lo que no merecen el abandono.
Ellos son los arquitectos de lo que somos actualmente por lo que hay que respetarlos hasta que Dios quiera.
VLSS