El derecho a la vida de niñas, niños y adolescentes no es un tema prioritario para Guanajuato, debido al alto número de homicidios de menores que se han cometido en los últimos cinco años que ponen a la entidad con los calificativos más bajos en el resguardo de la vida de todo aquel ciudadano menor a 18 años, noción compartida por Rebeca Aguayo, abogada y miembro del departamento de investigación de NIMA.
El Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato nos compartió que actualmente la entidad tiene los índices de calidad más bajos de todo el país, debido al incumplimiento de tratados internacionales que nuestro país ha firmado, aunado a que el derecho a la vida se puede leer en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“De acuerdo al índice de medición de calidad de leyes a nivel nacional que hay sobre las leyes de derecho de NNA (niñas, niños y adolescentes) señala que Guanajuato hasta el julio del año pasado tenía la calificación más baja con un 4.4 es un marco normativo que no cumple con los estándares internacionales”, comentó Rebeca Aguayo.
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Gran parte de la problemática que ha dado de qué hablar a nivel nacional, es por la falta de prioridad en este sector, ya catalogado como vulnerable por los focos rojos que se registran en los homicidios a este sector de la población donde cada cuatro días se registra un menor asesinado, siendo en homicidios marcados por la violencia el tercer lugar de todo el país.
La experta en el tema señala que una de las constantes que más se han registrado desde el 2015 al 2019, es que la responsabilidad de lo que acontece a los menores se quiere culpar por la falta de valores y cuidados que abunda en las familias, cuando por decreto establecido en el artículo 4° constitucional y por la reforma del 2011 al artículo 1° de la carta magna de los derechos mexicanos, el estado está obligado a ser el principal responsable de las condiciones mínimas para la vida y supervivencia de los menores de edad.
“Al no colocar esta población en el centro de la política pública se permite la reproducción de este tipo de violencias que tiene que ver históricamente el imaginario social se dice mucho que al ser pequeños los únicos responsables son los dirigentes de las familias, situación que se refleja en que no sea de relevancia para un estado, quien por obligación constitucional tendría que estar ejecutando diferentes estrategias que garanticen que los menores no van a estar muriendo”, sentenció Rebeca Aguayo.
Finalmente se mencionó que el crimen organizado que ha generado un descontrol total en el estado, no es el único responsable del alto número de homicidios, pero que si toma en cuenta que los actos delictivos: “son un elemento que nos permitiría entender en el contexto de Guanajuato qué es lo que está pasando y que serían diferentes elementos y cuestionar que el estado no está haciendo”, concluyó la abogada e investigadora de NIMA Guanajuato.