El horario de verano que empezó a aplicarse de forma regular y continua en México a partir del año 1996, debe ser revisado porque está afectando el desempeño de las personas y la productividad de las empresas; además, la sociedad no registra ahorros en su recibo de energía eléctrica.
Así lo explicó el investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Ubaldo Quiroz López, quien explicó que el ser humano está diseñado para adaptarse a las nuevas circunstancias que genera el horario.
“Al final, el cambio de horario sí causa malestares, inclusive impacta de forma negativa en la productividad de las personas. Uno lo aprecia, a las personas les afecta el horario de verano y muchas personas no están de acuerdo con el cambio”, apuntó.
Señaló que los efectos del cambio de horario son diferentes en cada persona, algunas se adaptan de forma rápida; mientras que, en otras, se presentan diferentes complicaciones desde problemas para dormir hasta en la alimentación.
Detalló que, con la implementación del horario de verano, las personas están perdiendo una hora de sueño, situación que afecta en el desempeño y en el humor durante el día.
“Esa hora de pérdida de sueño, afecta el rendimiento en el trabajo. Ahora, los traslados al trabajo son muy largos y la gente se va durmiendo en el transporte público. Una hora impacta en el rendimiento, a nivel laboral y en la escuela. En los salones, vemos que los estudiantes llegan con mucho sueño en las primeras horas de clase”, apuntó.
En entrevista tras la presentación del Congreso Internacional Luz, Ciencia y Arte que realizará la Facultad de Físico Matemáticas del UAP del 13 al 17 de mayo en Ciudad Universitaria, el investigador comentó que el cambio de horario afecta el núcleo supraquiasmático, conocido como “NSQ” que es el centro principal de regulación de los ritmos circadianos del ser humano.
“Depende de cada persona. Algunas personas tienen mayor capacidad de adaptación que otros. Definitivamente, sí influye el cambio de horario. La hora de luz que se quita o se aumenta, afecta en el reloj biológico de la persona, en el núcleo supraquiasmático”, comentó.
Para el investigador, la decisión de México de implementar el Horario de Verano debe ser analizada, con el objetivo de analizar los beneficios y los efectos, y después de ello, realizar un balance sobre la viabilidad de su continuidad.
“Nosotros no hemos visto ahorros en el recibo de la Comisión Federal de Electricidad, esos ahorros que tanto se mencionan como justificación al cambio de horario. Sería conveniente poner el tema a discusión con expertos de diferentes disciplinas, del área biológica, del área de energía, del área de economía, para poder analizar y determinar si efectivamente es conveniente mantener este horario de verano o suprimirlo”, comentó.
MITM