Mientras que, a nivel nacional, las perforaciones en ductos de combustible se han reducido en 4.1 por ciento, en Guanajuato el 'huchicoleo' va a la alza y tan solo durante el primer semestre del 2024 experimentó un incremento del 67 por ciento con respecto al primer semestre del 2023.
La entidad pasó de 252 tomas clandestinas de combustible en el primer semestre de 2023, a 421 tomas clandestinas detectadas en 2024; ello implica que este año en promedio cada semana se han detectado 16 ductos de donde se extrae el combustible de manera ilegal.
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De acuerdo a información obtenida por MILENIO mediante solicitudes de transparencia, Guanajuato se posiciona como el cuarto lugar nacional en huachicoleo, mientras que Hidalgo ocupa el primer lugar con 1 mil 337 tomas de combustible robado en el primer semestre del año; el segundo lugar es para Jalisco con 1 mil 121 y el tercero Tamaulipas con 732.
Respecto a este delito, la narrativa oficial por parte de autoridades del estado de Guanajuato atribuye la ordeña de ductos de combustible de Pemex que pasan principalmente por la región Laja-Bajío al Cártel Santa Rosa de Lima, siendo esta la principal actividad delictiva por la cual obtenía financiamiento antes de migrar a la venta de drogas y extorsión.
Para muestra, en abril de 2024, durante patrullajes preventivos por parte de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado en el municipio de Villagrán, cuna del Cártel Santa Rosa de Lima, se aseguró un vehículo con reporte de robo vigente, que transportaba 22 mil litros de hidrocarburo de procedencia ilícita y quedó abandonado a la mitad del camino.
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El reporte 'Análisis estructural caso Thor', el cual se basa en documentos clasificados de la Sedena y que fue publicado en 2022 por 'Guacamaya Leaks', señala que en su mayor apogeo el Cártel Santa Rosa de Lima obtenía ganancias diarias de 1 millón 800 mil pesos por la extracción ilegal de combustible.
El reporte indica que la ordeña de una sola toma clandestina les permitía extraer hasta 200 mil litros diarios de hidrocarburo y que el dinero de su venta era destinado para pago de nóminas, cooptación de autoridades, compra de armamento y municiones; inclusive el huachicol se convirtió en su moneda de cambio con otros grupos de la delincuencia organizada a cambio de cristal, el cual posteriormente comercializan.
A inicios de sexenio, la estrategia del presidente, López Obrador, de cerrar los ductos en Guanajuato para frenar la extracción de combustibles en realidad generó el efecto contrario, al propiciar que el Cártel Santa Rosa de Lima migrara a otro tipo de actividades en contra de la población como la venta de droga, extorsión, cobro de piso, robo de autotransporte y una guerra con carteles de estados vecinos por el control del territorio.