La jarana, el violín y la guitarra vuelven a sonar por doña Eufrosina a más de 50 años de su partida

Historia

Reunidos en el camposanto, familiares de doña Eufrosina disfrutan de la composición espontánea, la improvisación y la chispa huasteca.

Huapangueros tocan música huasteca en cementerio |Día de las madres
Jesús Alberto García
Tampico /

Las cuerdas sonaron al ritmo del son huasteco, luego de dos años intermitentes y ausencia en el camposantos por el covid-19. Los hijos y los nietos se juntan, para recordar a la matriarca Eufrosina.

“El Fandanguito" y “Pa' todo el año", las mejores del repertorio para la mujer y la mamá, que a más de 50 años de su partida, sigue reuniendo a las generaciones en torno a la música, que gustan de las rimas y disfrutan la composición espontánea, la improvisación y la chispa Huasteca.

El músico Luis Ramírez Romero, nieto de Epifanio Ramírez, esposo de la señora Eufrosina Ochoa de Ramírez, carga la guitarra y explica que es un honor deleitar a su abuelita, ya que pese a que está en el cementerio, el mensaje llega fuerte y claro.

“El Fandanguito" y “Pa' todo el año", las mejores del repertorio.


En torno a la tumba dónde está enterrado el matrimonio de huapangueros, que le heredaron a la descendencia el amor por las rimas y el folclor Huasteco, todos son buenos recuerdos en torno al día de las madres.

La virgen de San Juan de los Lagos, con su vestido azul, está en el centro de la tumba. Las notas musicales hacen lo suyo y llaman a los presentes al cementerio, que tuvo una afluencia aproximada de 10 mil personas este día de las madres.

Entre la música, las anécdotas y los recuerdos, la familia refiere que la señora Eufrosina, que junto a su esposo los mantiene unidos, había 12 hijos y quedan 9, porque se adelantaron tres.


“Son dos hijas que están lejos, una en Nuevo León y otra en Houston", pero mientras esperan la oportunidad de reunirse todos y compartir, en el cementerio de la avenida Hidalgo, ya se dieron a notar a base de echar versos o coplas.

“La señora es de Los Jobos, por la vía del Magozal, pero el matrimonio nació en las cercanías de la estación Carbono, por Pánuco y el Magozal", una zona que Zedillo, el ex presidente de México, dejó sin el servicio de tren allá por 1996.

Incluso, la familia recordó ese momento, y se sueltan una carcajada.

Hoy la familia es la muestra de lo que es el sur de Tamaulipas está conformada por habitantes de toda una región, que llegan a Tampico y comienzan su historia, como la de miles de personas que decidieron llegar a la Capital de las Huastecas.

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