A pesar de la batalla legal que colectivos mantienen contra la construcción del puente vehicular en Periférico Sur y Canal Nacional, de la colonia Cuemanco en Xochimilco, la obra está casi terminada, ya que registra un 94 por ciento de avance, por lo que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México estima que de 4 a 6 meses después de concluir la limpieza del sitio, el humedal que fue destruido quedará restaurado y funcionará como un vaso regulador para evitar inundaciones, señaló Andrée Lilian Guigue Pérez, directora general de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental.
“Si aquí se queda el agua ¿qué va a pasar con el Periférico? se va a inundar; por eso hay que volver a restaurar esta parte; nosotros en la evaluación de impacto ambiental impusimos la restauración del humedal porque había quién decía que se puede hacer un parque con juegos para niños, pero llegaría un momento en que va a estar inundado, lo que hay que hacer justamente es buscar cómo volver a tener un vaso regulador que nos permita manejar y controlar o regular el agua, que por ser una zona baja aquí pues siempre va haber una cantidad importante de agua”, señaló Guigue Pérez en entrevista con MILENIO.
En contraste, representantes de la Coordinadora de pueblos, barrios originarios y colonias de Xochimilco, aún esperan que las obras se cancelen, ya que han informado que el pasado 23 de abril, el Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito ordenó revocar la resolución del juez Juan Carlos Guzmán Rosas que permitía a la Secretaría de Obras del Gobierno de Ciudad de México continuar con la construcción del puente vehicular en un área natural protegida.
“Desde el año pasado hemos estado en lucha, desde antes de la pandemia, desgraciadamente estas autoridades han sido omisas, la alcaldía y Sheimbaum Pardo, ella sabe muy bien el ecocidio que ya cometieron aquí en Xochimilco, y esto ya no se va a poder revertir, porque esta obra ya está en término. Han retrasado esta suspensión porque desde septiembre del año pasado lo debieron de haber suspendido, Sheinbaum prefirió quedar bien con intereses particulares, en lugar de apoyar a defender los ecosistemas”, dijo Laura Montes Vargas, habitante de Santa Cruz Acalpixca, Xochimilco e integrante de la coordinadora.
Al respecto, la funcionaria de Sedema, Lilian Guigue, destacó que en su resolución el Décimo Quinto Tribunal Colegiado no se refiere a la suspensión de las obras, sino que pidió al Juzgado Quinto de Distrito en materia administrativa, analizar dos pruebas contra el proyecto que no se habían tomado en cuenta, una grabación del Comité Nacional de Humedales, por lo que el gobierno capitalino ha podido continuar con las obras, desde el pasado 4 de diciembre a la fecha.
“En ningún momento refieren cuestiones de suspensión de la obra, por lo tanto nosotros continuamos con la construcción, porque no tenemos una una orden expresa por parte de los tribunales de alguna suspensión que se otorga. Se están revisando de nueva cuenta dos pruebas, porque el colegiado consideró que el juez no las había revisado, o no lo fundó y motivó en su sentencia”, señaló.
La Dirección de Impacto Ambiental autorizó el derribo de 654 árboles, pero aseguran que sólo se desmontaron 374, la mayoría eucaliptos; aunque también había especies nativas como los ahuehuete y el sauce llorón.
Sin Xochimilco, hasta 10 veces más inundaciones
Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, explicó que Xochimilco es uno de los últimos remanentes de lo que fue el sistema de cinco lagos de la Gran Tenochtitlán, cuya existencia es fundamental para mantener el equilibrio hídrico de la ciudad, pues de llegar a desaparecer, la capital sufriría hasta 10 veces más inundaciones.
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“El último remanente, que es más o menos 2 por ciento del área total de Xochimilco, por lo tanto es de gran valía para la Ciudad de México, es el último pedacito que tenemos para tener cierto tipo de resiliencia hidráulica en la ciudad, esto quiere decir que Xochimilco no sólo nos ayuda a evitar inundarnos –ya de por sí nos inundamos bastante–, sin Xochimilco nos inundaremos 5, 6 o hasta 10 veces más, y también nos permite tener mejor temperatura”.
En entrevista con MILENIO, Zambrano González añadió que Xochimilco es un gran atractor de biodiversidad, “la casa del ajolote, el animal icónico para la Ciudad de México”, así como hogar de al menos 400 diferentes especies de aves y otras acuáticas como el acocil y el charal”.
“Xochimilco es fundamental para la ciudad en términos de biodiversidad, pero también podría ser lo que ha sido durante mucho tiempo, el gran productor de alimento para la Ciudad de México, en los últimos 50 años hemos perdido esta visión de que Xochimilco nos dé de comer, pero gracias a Xochimilco fue que la civilización Azteca pudo florecer”, comentó.
Luis Zambrano explicó que Xochimilco está partido en dos por Periférico, cuyo camellón permitía conectar la parte sur con la norte. “La parte norte es la que se cercenó con Periférico, y que permitía dar continuidad por el humedal que había entre los carriles, y que usaban los animales para cruzar”, dijo.
Por ello, el experto ha levantado la voz en contra de la construcción del puente, ahora que está casi concluido sostiene que es imposible restaurar el humedal si la construcción se mantiene.
“Dicen que lo van a restaurar con un puente encima, eso no se puede (…) Con ese ruido, de tanto tráfico, con ese movimiento constante de automóviles espanta a las aves que antes hacían su nido ahí, o utilizan de remanso, se puede restaurar sin el puente”.
El experto sostiene que el puente no resolverá el problema de tráfico, y que sí acelerará la urbanización de la zona norte de Xochimilco, lo que afectará a toda la ciudad.
Puente de Cuemanco
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental, la obra tiene una inversión estimada de 679 millones 911 mil 87 pesos; un tramo de 750 metros se emplazó sobre suelo urbano y 800 metros sobre área natural protegida.
La zona donde se construye el puente de Cuemanco cuenta con cuatro categorías de protección: Área Natural Protegida con carácter de Zona de Conservación Ecológica “Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco” desde 1992, bajo la administración del gobierno capitalino. En 2004, la Convención Internacional sobre Humedales Ramsar inscribió a la zona lacustre de Xochimilco en la lista de Humedales de importancia Internacional. Además, Xochimilco es Patrimonio Mundial Cultural y Natural por la Unesco desde 1987 y cuenta también con el reconocimiento de Zona de Monumentos Históricos desde 1986.
“La autoridad ha aprovechado la pandemia para construir la obra aunque no es una actividad catalogada como prioritaria, el acceso a la justicia en tiempos de pandemia se ha obstaculizado, se ha aprovechado para que no se suspenda la obra, a nosotros nos afecta porque están los juicios legales avanzando, pero la obra sigue construyendo cuando tiene categorías nacionales e internacionales de protección”, dijo por su parte, Chantal Reyes, integrante del colectivo Xochimilco Vivo.
La abogada destacó que el proyecto no respetó el Programa de Manejo del área natural protegida, ya que “aún cuando la autoridad alega que se está construyendo en zona de uso público, si bien la zona ya está impactada, la realidad es que ese mismo instrumento jurídico refiere que la zona debe de mantenerse ya como está, con el impacto que tiene incluso hacer acciones para mejorarlo y que cualquier obra de desarrollo siempre va a tener que hacerse que no sea contraria al programa ni a la normativa ambiental vigente”.
La directora general de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental, Andrée Lilian Guigue Pérez, destacó que sólo el 44 por ciento de la obra se construyó dentro del área natural protegida, donde según la Manifestación de Impacto Ambiental modalidad específica, prestada por la empresa prominente, habrán impactos que serán atendidos.
“Evidentemente había impactos, y todos los impactos serán atendidos. Yo tengo un documento técnico científico en mi poder, con todo lo que la ley señala, es decir, las personas que hacen este documento lo hacen con toda la responsabilidad que asume al declarar ante la autoridad que todos los impactos están siendo prevenidos, mitigados y compensados, y yo no puedo de otra manera autorizar un proyecto en materia de impacto ambiental, si no lo comprueban fehacientemente”, apuntó.
DMZ