El Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) es el único espacio de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) que es autosustentable en su consumo de agua, es decir, no dependen de algún pozo o servicio de la red hidráulica, y es gracias a su sistema de purificación de lluvia.
“Todo esto surge por una necesidad, la verdad es que nosotros, no tenemos acceso a la red municipal y esa fue la razón principal por la cual decidimos nosotros utilizar el agua de lluvia, dado a que los primeros años de estar aquí de permanencia, lo que nosotros ocupábamos era agua de pipa, pero repercutía en egresos para el instituto cada 20 días y la calidad del agua es muy dura y tenía muchas sales”, comentó la responsable del sistema de purificación de agua de lluvia del ICAR , Lourdes Maya Salazar.
Añadió que desde que ella estudio la licenciatura, generó los estudios para generar el sistema de purificación de agua de lluvia, y que actualmente abastase de agua a entre 80 y 85 personas que laboran en el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales.
“En primera instancia, lo que nosotros hicimos fue instalar un filtro multimedia, que está compuesto por arena, grava, carbón activado y este remueve los contaminantes, algunos orgánicos, polvo, arenas, materia, olor, sabor. Entonces después del paso por este filtro nosotros utilizamos el agua ya para agua de servicios, esto era en el año 2017”, explicó.
Origen
En verano cumplió 10 años de que comenzó a operar este edificio del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales que está ubicado en el campus El Cerrillo, Supermanzana Carretera Km 15.5, Piedras Blancas de Toluca, y desde su origen de construcción, ya contaba con un sistema de captación de agua de lluvia.
“En una superficie de 2 mil metros cuadrados, esta superficie tiene 19 captadores distribuidos y conducen el agua hacía tres cisternas de almacenamiento, con una capacidad de 104 metros cúbicos”, explicó la también maestra en Calidad Ambiental.
Implementación
Fue para el año 2019, que ampliaron el sistema de purificación de agua de lluvia, por lo que instalaron diferentes filtros para obtener el líquido que hoy en día ya consumen para beber.
“Obtenemos el agua para servicios, el agua bebible, el agua desionizada, que utilizamos para los laboratorios de investigación, e incluso hay un valor agregado, generamos agua alcalina”, dijo Maya Salazar.
Indicó que recientemente pusieron en funcionamiento otras cuatro cisternas de plástico, que son de 10 mil litros cada una, por lo que en total la capacidad de almacenamiento con la que cuenta el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales aumento a 144 metros cúbicos.
Proceso
Lourdes Maya Salazar expuso que este sistema tiene tres elementos principales, que es la captación, conducción y el almacenamiento, al ya estar el agua de lluvia en las cisternas, lo primero que llevan a cabo es desinfectarla con cloro.
“Y después el agua permanece en las cisternas hasta que es llevada al proceso de purificación, que es auxiliar, e inicia con un sistema hidroneumático que pasa el agua por las tuberías hacía un filtro multimedia, de resinas mixtas también, que es el que nos elimina todo lo que son las sales, sodio, calcio, magnesio, para que el agua sea blanda”, dijo.
Un factor importante que consideró la investigadora de la UAEMex, es que el agua de lluvia que cae en la zona donde se encuentra el ICAR, es ligera, es decir baja en sales.
“Como un ejemplo, te diré que la conductividad de nuestra agua está entre 200 y 290 microsimil, y el agua municipal tiene 600, es casi lo doble de sales que tiene el agua municipal a la que captamos en este lugar”, declaró.
Destacó que el procedimiento de purificación de agua de lluvia está soportado y sustentado con un sistema de gestión de calidad, bajo lo que establece la norma ISO 9001:2015, así como tienen identificados puntos de riesgo que son revisados de manera mensual.
“Cada mes, a esos puntos de riesgo les hacemos análisis microbiológicos y fisicoquímicos, esto para verificar que nuestra agua cuenta con lo que establece la Norma 127, que nos dicta los parámetros de calidad de agua bebible”, dijo.
Crean marca de agua
Por todo este proyecto, decidieron sacar su propia marca de agua, que se llama Lluvia ICAR, que es un valor agregado del sistema, por lo que envasan el líquido en botellas de vidrio de 500 mililitros.
“Es una marca registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, es un proyecto 100 por ciento universitario, y realmente esta agua está con nosotros desde el 2020”, finalizó.
PNMO