El inicio de la Cuaresma es una etapa en la que los creyentes deben de unificarse a un proceso de reflexión inclinado a los problemas que aquejan al País, como la violencia contra las mujeres, sostuvo el párroco de San José en la capital de Tlaxcala, Marco Antonio Padilla Aguilar.
“Es necesario entrar en un tiempo de reflexión, arrepentimiento y conversión para la comunidad católica, tenemos que pensar que es lo que estamos haciendo mal, necesitamos analizar de donde surgen los problemas que nos aquejan como la violencia contra las mujeres, recordemos que la Cuaresma inició este miércoles de ceniza, día en que en los templos cristianos te imponen un elemento que recuerda que del polvo venimos y al polvo volvemos”, señaló.
En todas las parroquias del Estado se llevó a cabo esa aplicación y en el caso de esta capital tuvo lugar en la catedral de Tlaxcala y en la sede alterna de la iglesia de San José, donde desde temprana hora decenas de fieles hicieron fila para recibir la ceniza.
En la homilía el representante católico, añadió que el arrepentimiento los lleva a la confesión y que, tal como lo dice el Evangelio, Jesús les pide actuar con tres cosas para lograr esa conversación: la limosna, la oración y el ayuno.
Detalló que la limosna es dar un poco de lo mucho que Dios les ha concedido para compartir con los más pobres; la oración es un diálogo con Dios para entrar a la conciencia propia, y que el ayuno significa abstenerse de algunas cosas y actitudes que contaminan y son dañinas.
Por lo demás, Padilla Aguilar, mencionó que la Cuaresma igualmente es un periodo de purificación a través de la confesión de los pecados, así como de desprenderse de las cosas para dar y compartir con los más desfavorecidos, orar para fomentar la conciencia propia.
LEE