Inicia corte de árboles de Navidad en el Ajusco; Conafor invita a familias para acudir

Una producción de más de 30 mil árboles de Navidad de hasta diez especies diferentes cultivados en Tlalpan, Milpa Alta y Magdalena Contreras, en suelo de conservación en la Ciudad de México, están listos para ser cortados por las familias capitalinas.

Por ello, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) señaló que la experiencia que no se compara al comprar un árbol en el mercado, el centro comercial, o supermercado.

"La experiencia que van a vivir en una plantación, venir con la familia a recorrer estos paisajes y elegir su árbol vale mucho más que lo que pagan (por el ejemplar); esa experiencia, como dice el dicho, no tiene precio. 

"Esto nadie lo va a vivir en un supermercado, en ningún mercado, en ningún punto de venta en la ciudad, esto es único”, dijo Alberto Escamilla Nava, gerente de Plantaciones Forestales Comerciales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

¿Dónde se encuentran las plantaciones? 

La mayoría de las plantaciones se concentran en el Ajusco donde este viernes se llevó a cabo la corta del primer árbol de Navidad para dar inicio oficialmente a la temporada y fomentar el consumo de árboles naturales de origen nacional –frente los importados–, por los beneficios ambientales, sociales y económicos que representa para las familias que se dedican a esta actividad y que habitan en suelo de conservación.

“Está subiendo la producción de árboles nacionales, y afortunadamente está disminuyendo la importación de árboles de Navidad; nuestros árboles nacionales están ganando cada vez más mercado. 

"La estimación que tenemos es que pudieran estar ingresando 600 mil árboles de importación, pero nuestros productores nacionales están en el orden de 300 y 400 mil árboles en comercialización en todo el país”, dijo Alberto Escamilla Nava, gerente de Plantaciones Forestales Comerciales.

En la Ciudad de México, se tienen identificados a 14 productores que están en posibilidades de comercializar sus árboles.

Este viernes, la alcaldesa de Tlalpan, Gabriela Osorio, junto con autoridades de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como la Asociación de Profesionales Forestales, y productores de Santo Tomás Ajusco, llevaron a cabo la apertura de la temporada de árboles de Navidad en la capital del país.

“El trabajo de un árbol es como el trabajo de un hijo, de una persona; usted siembra el árbol de chiquito y tiene que estar al pendiente todo el año. 

"Sí, primero pues es, digamos, el trabajo que lleva aquí es la brecha, el cajeteo, ya cuando empiezan a crecer ya se empieza a darle forma a la poda, es mucho trabajo todo el año, pero bonito”, dijo Benigno García, dueño del predio Familia García Medrano, que se ubica en el Kilómetro 12.5 de la Carretera Picacho-Ajusco, frente a la cabaña El Cofrecito.

El gerente de Plantaciones Forestales Comerciales de la Conafor llamó a la ciudadanía a consumir árboles de las plantaciones del país, ya que no se trata de ningún delito ambiental, y por el contrario apoyan a los productores.

“No es un delito ambiental, una persona que viene a elegir el árbol que le gusta, y a cortarlo de su propia mano, se les da garantía de que es un lugar de procedencia legal de sus árboles; aquí, la gente les va a dar un documento que ampara la legal procedencia, eso es fundamental, el consumo de árboles legal, procedencia”.

Mil pesos por metro

En el predio de don Benigno hay dos tipos de árboles, el vikingo (Pinus ayacahuite) y oyamel (abies), su precio depende del tamaño; el primero va desde mil pesos por un ejemplar de un metro y en el caso de oyamel, desde mil 200 pesos por ejemplar de un metro.

“La Navidad debe ser familiar con los niños, para que festejen la Navidad con tranquilidad, no con chupe, se les hace caro pagar mil 500, 2 mil pesos por un árbol, pero cuánto vale una botella, más de mil pesos, por ese lado me gustaría que vengan y disfruten el árbol del Ajusco”, dijo el productor.

Don Benigno García dijo que para que un árbol alcance una altura apropiada para la venta, toma más de ocho años, “es mucho trabajo, un trabajo digno que se hace con mucho cariño”, por lo que llamó a valorar dicha actividad.

La Conafor señaló que cada productor determina el precio de sus árboles con base en el trabajo que representa esta actividad, por lo que pidió a los consumidores no regatear, porque al cultivar un bosque ofrecen servicios ambientales vitales para la capital.

“Es una planta muy exigente en su mantenimiento y en su cuidado, requiere de mucha mano de obra y esto es empleo.

“La repercusión que tiene en la zona urbana en la Ciudad de México es increíble, es es muy grande, no la hemos valorado en su en toda su magnitud, por eso es más importante consumir árboles naturales”, añadió.

HCM