Migrantes mexicanos en Estados Unidos, viven entre seis meses y dos años alimentando el sueño americano de los traficantes de personas que los llevaron hasta “el otro lado”, donde ahora fungen como prestamistas que cobran porcentajes sobre el total de ganancias generadas por los trabajadores de nuestro país, creando un negocio redondo donde los viajeros ahora alimentan la economía de los polleros.
El método de negocio entre los traficantes y los migrantes ha cambiado en Puebla, ya que han pasado de ofrecer un traslado al posicionamiento preciso de los viajeros (es decir que harán cuántos intentos sean necesarios para garantizar que lleguen a su destino), además, de ubicarlos en un lugar seguro (ofreciendo asilo con comunidades migrantes) y con empleo (generalmente en sitios donde tienen un previo acuerdo) todo esto, con la intención de garantizar que cubrirán pagos diferidos con intereses, suma que se eleva hasta los 21 mil pesos mexicanos por mes, para saldar deudas desde los 200 a los 300 mil pesos en promedio.
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Migrantes poblanos, originarios de la Mixteca y la Sierra Norte de Puebla compartieron para Multimedios, su experiencia en el proceso de migración desde la entidad hasta Nueva York. Entre los entrevistados se encuentra Ramón Ruiz, originario de Piaxtla, quien asegura que luego de casi un año viviendo en territorio estadounidense, gran parte del trabajo que ha realizado es para solventar la deuda de 260 mil pesos que tiene con su pollero, así como para pagar la renta y cubrir costos de vivienda básicos, dejando poca o nula oportunidad para enviar dinero a sus familias.
“A mí por ejemplo me cobran el 8 por ciento total, entonces cada mes, de esos 260 mil pesos mexicanos, yo debo pagar solo de intereses un aproximado de 21 mil pesos. Si desde el día uno ya encuentras trabajo y quizás tienes dos o tres, podrías pagarlo todo hasta en tres meses, pero algunos tardan dos años o más, tiempo en que envían muy poco dinero a sus hogares”, señaló.
El joven poblano radica actualmente en Nueva York, asegurando que a pesar de que vive en el distrito de El Bronx, en un departamento con otros diez conciudadanos, los pagos de vivienda que se deben dar individualmente son de 450 dólares para aquellos que como él, comparten habitación con otras tres personas, por su parte, para los que tienen un cuarto individual deben pagar hasta 800 dólares por mes.
Para comprender mejor esta problemática hay que recordar que actualmente el salario mínimo en Estados Unidos es de aproximadamente 7.25 dólares por hora, “otro problema es que la mayoría de trabajos ya no te admite más de 40 horas por semana”, así lo explicó Ruiz, quien admite que en la mayoría de empleos los pagos son de aproximadamente 16 dólares por hora.
El dólar, parte del problema
Parte del problema que actualmente afrontan los mexicanos en el norte, es el costo de dólar ante el peso mexicano, pues retrasan sus sueños al tener que esperar para enviar dólares al país, esperando que durante las próximas elecciones, el peso tenga un declive por el proceso electoral, anhelando el máximo histórico alcanzado en 2020 con el costo de la moneda estadounidense en 25.11 pesos con centavos de moneda nacional.
En contra parte, se debe recordar que para este 2024 se prevé que el máximo costo del dólar sobre la moneda nacional, ascienda hasta un máximo de 19.75 pesos, ya que de acuerdo con el Banco Base, se analiza una posible depreciación superior al 15.93 por ciento, mismo que se alcanzó en la jornada electoral de 2018.
Cabe destacar que del 2017 al 2023, el Consejo Estatal de Población (Coespo), señaló que al menos 350 mil poblanos migraron a los Estados Unidos, siendo el lapso de la pandemia cuando un mayor número de pobladores hicieron este viaje. De la cifra antes mencionada, por lo menos el 70 por ciento de migrantes en búsqueda del sueño americano son originarios de la Mixteca Poblana, es decir 245 mil personas. Los municipios de los cuales surge un mayor número de migrantes son San Jerónimo Xayacatlán, Acatlán, Xayacatlán de Bravo y Ahuehuetitla.
Ramón señala que “aquí o allá estamos acostumbrados a trabajar, pero definitivamente aún con todo eso sigue siendo más viable hacer cosas aquí, crecer aquí y generar dinero; lo cual es triste, pero así es como la mayoría de los que convivimos en El Bronx vemos las cosas actualmente”, finalizó el entrevistado.
CHM