El diálogo y los ejercicios pedagógicos que implementen los docentes en los salones de clases son fundamentales para contrarrestar la violencia en las escuelas, espacios en donde se debe presentar una sana convivencia.
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De acuerdo con el análisis realizado por Juan Martín López Calva, Decano de los Posgrados en Artes y Humanidades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), es necesaria una participación más constructiva dentro de la vida escolar de los padres de familia y que los mismos profesores y directores no se sientan amenazados.
“Para tener una convivencia sana en las escuelas es importante que estas instituciones funcionen como un sistema en el que participan muchos actores, como son los directivos, maestros, alumnos y padres de familia. Es fundamental que establezcan una relación de colaboración para resolver los problemas que se lleguen a presentar”, comentó.
La educación es un efecto de lo que pasa en la sociedad, pero puede ser una causa de la regeneración de los procesos sociales, destacó el especialista en procesos educativos de la universidad poblana de carácter privado.
“La situación social en México está muy crítica, en donde el tejido social se ha deteriorado y consideramos que la investigación educativa puede ser un campo que nos vaya aproximando a un conocimiento para que desde la educación se pueda contribuir a la reconstrucción del tejido social”, aseveró López Calva.
La sociedad se encuentra inmersa en una espiral de violencia creciente y, también, las escuelas ya están viviendo esta dinámica de violencia que es necesario atender y modificar para promover la convivencia entre los jóvenes y niños.
“Los profesores pueden contribuir a la disminución de esta problemática mediante el diálogo y ejercicios psicopedagógicos”, comentó el investigador de la Upaep.
Las investigadoras Cecilia Fierro Evans y Bertha Fortoul Ollivier detectaron que son incorrectos los enfoques disciplinarios para atacar el bullying y la violencia escolar, explicó López Calva.
“Se cree que a través del uso de reglas, normas y sanciones se va a promover el orden. Cuando en realidad se tiene que ver el problema en su conjunto y de cómo la escuela se puede convertir en un espacio de convivencia diferente, en donde haya reglas y valores diferentes de diálogo, de colaboración, de resolución de conflictos para evitar este tipo de problemas”, explicó.
Por último, el Decano de los Posgrados en Artes y Humanidades de la Upaep destacó que cada persona, desde su ámbito de influencia, puede contribuir a la reconstrucción del tejido social y, con ello, contrarrestar la violencia en las escuelas.
CHM