Joaquín Hernández Galicia conocido en el ambiente del sindicato petrolero, como "La Quina", para muchos, un personaje que ayudó mucho a la gente pobre, les conseguía empleo, su gran estandarte, las famosas tiendas de consumo, donde se comercializaba todo a bajo precio; este día, 12 de agosto cumpliría 98 años de edad.
Ahora el festejo entre familiares y amigos será solo en el recuerdo por la pandemia del coronavirus, no acudirán como cada año al monumento de los Marinos Caídos en playa Miramar, donde fueron arrojadas sus cenizas.
Joaquín Hernández Galicia nació el 12 de agosto de 1922 y falleció el 11 de noviembre de 2013 a la edad de 91 años. Recibió el apodo de La Quina desde niño para diferenciarlo entre sus amistades a la edad de 8 años, cuando jugaba en calles de la zona centro de la urbe petrolera, su madre quien recientemente se había separado de su padre, le decía 'quino', pero en aquellos años había un tónico llamado quina-laroche, ese es el origen de su sobrenombre, relata su hijo Joaquín Hernández Correa.
"Mi abuela le decía "Quino" por su nombre Joaquín y en esa época había un tónico que se llamaba quina- laroche que se utilizaba para estimular el apetito y combatir otros padecimientos como el paludismo y entre la llevadera con sus amigos le empezaron a decir a "La Quina", él se molestaba, incluso llegó a los trancazos con otros niños, nos contaba mi abuela, pero al final se acostumbró y se le quedó el apodo hasta el último minuto de su muerte. Cuando lo ovacionaban en asambleas y entre porras se entonaba "Quina, Quina, rarara...!!.
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Si Don Joaquín viviera, este 12 de agosto de 2020, estaría cumpliendo 98 años de edad, por la pandemia por coronavirus no habrá reunión familiar y tampoco se hará la visita al Monumento a los Marinos Caídos en playa Miramar, dónde fueron arrojadas las cenizas de Joaquín Hernández Galicia, el diputado Joaquín Hernández Correa, dijo que se publicará una felicitación en Facebook para recordar a su padre.
Hernández Galicia, cuando era niño llegó a la colonia Benito Juárez, en una casa ubicada en la calle Díaz Mirón allá por el rumbo de las oficinas del grupo Unificador, desde la calle Servando Canales hasta la Primero de Mayo, eran los rumbos de la quina.
Fue a la escuela primaria Melchor Ocampo, donde sólo curso el cuarto grado de primaria, no continuó sus estudios por falta de recursos económicos, fue un personaje que no terminó la primaria se convirtió en un líder petrolero local y nacional que se enfrentó a días de carencia y hambre, era hijo de una mujer que para mantenerlo tenía que salir a lavar platos a las fondas mientras que él se quedaba en su casa sólo, fue un hombre inteligente que de no tener nada logró forjar un imperio.
Joaquín Hernández Galicia tuvo la oportunidad de trabajar para petróleos mexicanos, pero cómo le hizo un niño o una persona que no tuvo estudios, cuando él era niño, su mamá se separó de su esposo, ella busco quien fortaleciera la economía de la casa y conoció a un hombre en Poza Rica, Veracruz de apellido Messenger, La Quina se quedó a vivir en la calle Ecatepec de Madero con amigas de su madre, pero como a los 12 o 13 años se va a Poza Rica dónde empezó a trabajar como ayudante de mecánico de tractores, le pagaban y fue aprendiendo.
En Poza Rica, logró ubicar a gente que conoció a su padre, Pedro Iván fue el líder del sindicato petrolero y con pláticas de los amigos le señalaron que su padre trabajaba como transitorio de los chalanes y comenzó a buscarlo y bueno lo encuentra y le dio una carta dirigida al sindicato de la Sección 1, donde dice que es su hijo, para que le dieran trabajo por parte del sindicato El Águila, entonces La Quina se fue a Madero como a los 20 años, llegó a trabajar en el taller mecánico pero no había lugar, fue tomado en cuenta en el taller de soldadura y fue entonces cómo se hizo soldador.
A don Joaquín le gustaba mucho el béisbol y compró todo lo que se necesitaba para participar en el equipo, conoce a doña Carmelita Correa con quién se casa, rentaron una cuartería de la calle Bolivia en la zona centro de Madero, mientras tanto continuaba trabajando.
Fue representante general de talleres, cuando en esa época estaba Pacheco León quien mantenía el control del sindicato petrolero, que ya era la sección número uno y no permitía que la oposición pudiera meter la mano en los contratos colectivos, es ahí cuando Hernández Galicia se une con Alejandrino Posadas.
Entonces en 1954 Joaquín Hernández Galicia queda como secretario general del sindicato y Alejandrino como secretario del trabajo, más tarde en 1959 Alejandrino le quiso jugar chueco a La Quina organizando un asamblea nacional sin avisarle y cuando él estaba en Salamanca, don Joaquín al enterarse se regresa a Madero y cuando llega ya lo estaban esperando los petroleros pero para apoyarlo, es cuando es nombrado el primero de octubre de ese año, secretario del sindicato petrolero.
La historia cuenta que en 1972 pusieron la primera piedra de la tienda de consumo en la planta baja del sindicato petrolero, que fue inaugurada por el ex presidente de la República Mexicana Adolfo López Mateos.
Joaquín Hernández Galicia, se hizo de grandes amistades, cuando repartía las boletas de trabajo para ello, se subía a la bicicleta, logró ser el representante de su departamento y posteriormente fue representante general del talleres, logró ser secretario general del sindicato petrolero, secretario general del sindicato nacional de trabajadores petroleros, donde por muchos años forjó su nombre para dejarlo bien plasmado en la historia de nuestro país.
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La detención
El 10 de enero de 1989 por órdenes del entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, quien había asumido la presidencia el 1 de diciembre de 1988, tras fuertes sospechas de fraude electoral y por tanto de ilegitimidad, giró instrucciones para detener al ex líder petrolero, acción que se logró ejecutar en la vivienda ubicada en la calle Sinaloa de la colonia Unidad Nacional en Ciudad Madero.
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