La escuela Vicente Michel prometía a sus estudiantes la oportunidad de realizar la preparatoria con carrera técnica. Ubicada en el centro histórico del municipio de Juanacatlán, este plantel representaba para algunas madres de familia la esperanza de profesionalizarse. El sueño acabó hace un par de meses, cuando comenzaron a notar irregularidades.
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"Terminaríamos en 18 meses porque eso es lo que venía en el papel de inscripción, ya después lo cambió, que era a dos años y a los seis meses nos iban a entregar una acreditación de primeros auxilios y cuando vimos las acreditaciones todas decían que eran de ocho horas, no concordaba nada el tiempo que nosotros estudiamos con lo que nos estaban entregando", narró Christina López, una de las estudiantes afectadas.
En menos de un año, la escuela cambió de nombre tres veces: comenzó como Centro Universitario Octavio Paz, luego Vicente Michel y después Centro Universitario Aranzazú. Para las estudiantes esto fue el indicio más claro de que algo andaba mal.
"Nos habíamos inscrito en una escuela con un nombre y después darnos cuenta, al poco tiempo nos empiezan a dar recibos con otro nombre. Yo exigí mi credencial de enfermería y a mi me entregó una de preparatoria pero ya con otro nombre", dijo Susana Ortega.
Al notar las irregularidades, las estudiantes acudieron con el abogado Iván Castillo, quien determinó que la escuela Vicente Michel no estaba certificada ni avalada ni por la Secretaría de Educación Pública, ni por la del Trabajo y Previsión Social, tampoco tiene permiso para operar como escuela por parte del municipio.
Las alumnas interpusieron una denuncia ante la Fiscalía Regional de El Salto por el delito de fraude pero además de la justicia lo que más quieren es que se repare el daño moral porque nadie les devolverá el tiempo, dinero y esfuerzo que invirtieron durante más de un año.
"Yo entré con una ilusión muy grande de mi carreta en enfermería. Entonces empezarnos a dar cuenta de que ni siquiera existía la escuela. Te crea un daño moral muy, muy grande", expresó Susana.
Cabe destacar que la presunta dueña de la escuela es Fabiola Cortez, quien señalan es pariente de la presidenta municipal de Juanacatlán, Adriana Cortez González.
JMH