Desde niño Mauricio Fernández Garza coleccionaba “monedas, mugres, chacharas”, con el paso del tiempo el gusto se convirtió en afición y luego en destino tras adquirir “el techo de Almagro” y tomar al coleccionismo como una forma de vida.
De ahí surge la idea de llevar parte de su casa a la exposición masiva y crear el Museo La Milarca, mismo que está, según dijo, a días de ser inaugurado, pero que para llegar a ello tuvo que pasar por un camino con mucha gente ‘nonómana’.
“Hay gente que yo les llamo nonómanos, a lo que les digas te dicen no, son nonómanos, y hay mucha gente, pobrecitos, amanecen malhumorados, comen encabronados, y se duermen frustrados, están todo el día de mal humor, de todo repelan y todo critican, no hacen nada pero son buenísimos para estar jode, y jode, y jode", señaló.
“Este proyecto se hizo porque se quería hacer y la realidad es que va a tener un reconocimiento mundial… La Milarca no estaba hecha para los nonómanos, está hecha a pesar de los nonómanos”, compartió.
Junto a él, la plataforma Milenio-Multimedios tuvo la oportunidad de realizar un recorrido por el espacio “de súper primer mundo” ubicado en el Parque Rufino Tamayo, en el municipio de San Pedro Garza García, y apreciar las más de 3 mil 500 piezas que forman parte de esta colección.
Misma que, recalcó, lleva con ella 50 años de aventura y de riesgo.
“Estoy contentísimo porque hacer proyectos de 50 años necesitas ser muy aventurero y muy arriesgado, porque a veces la vida no te da, pero a mí sí me dio la oportunidad de este proyecto arrancarlo hace 50 años y concluirlo”, dijo.
Sobre cómo inició esta aventura, recordó, fue algo que surgió desde que era un niño, y que creció con la adquisición de los techos.
Y con la compra de esas piezas que pasaban el famoso filtro de que fueran de un nivel o con una calidad de museo.
"Desde niño siempre juntaba monedas, mugres, cosas, chacharas, desde muy niño siempre he coleccionado cosas", recordó.
“La primera que ya nos marcó una pauta de lo que iba a ser todo este proyecto, el techo de Almagro, se estima que posiblemente tenga la mejor acústica del mundo, luego fueron apareciendo otros techos”, señaló.
Firmas, contratación de gente y listos para aperturar
Ahora, añadió, solo falta una cuestión final de firmas, y posterior a ellas de contratación de gente para que tras cinco años de construcción La Milarca reciba su corte de listón oficial.
“Muy bien (la situación con el estado), creo que debe concluirse hoy o mañana, ya está acordado, ya están todos los papeles, ya están revisados, y firmándose ya por el estado con el municipio, entonces el estado ya empieza a contratar gente para que entonces podamos ya inaugurarlo, abrirlo.
“Toda esta colección es de mis hijos, ellos son los que la están prestando, no es propiedad del estado ni del municipio, es propiedad de la familia”, mencionó.
Tras considerar que es un hombre bendecido por poder realizar proyectos de este nivel, que tiene más de un millón 300 mil visitas el video que subió del anuncio de La Milarca, que tuvo muchas amistades con la escuela oaxaqueña.
Y que este ecléctico museo fue un proyecto de mucho trabajo, dedicación, muy complicado, enorme, en el que tuvo que resolver muchas broncas, que cuenta con piezas que quisieran museos de todo el mundo, Fernández Garza destacó los espacios que podrá disfrutar el visitante en La Milarca.
“Está el Gabinete, le puso el museógrafo el Gabinete de Mauricio, está el Museo de Numismática, único en el mundo como museo privado, está el museo o colección de arte popular antigua", confirmó.
“Está otro de arte popular que es el que hizo don Emilio Azcárraga para el Mundial del 86 y con esas piezas se dio a conocer a México en todo el mundo, está el que llamamos Salón Oaxaca, que son puros pintores oaxaqueños, hay otro salón que tiene todos los trajes regionales de Oaxaca en barro”, comentó.
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