Desde 1974, campesinos mexicanos iniciaron una historia de éxito en la complementariedad de los mercados laborales en América del Norte. De los primeros 203, la mayoría eran oriundos del Estado de México. Fueron los gobiernos de México y Canadá los promotores de un Memorándum de Entendimiento para responder a la necesidad de mano de obra por parte de los productores agrícolas canadienses.
Han pasado cuarenta y seis años y el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT) sigue vigente y están viajando a laborar 26 mil mexicanos en 2019 y 22 mil en 2020, el diez por ciento de ellos son mexiquenses. En la administración del ¨PTAT, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hace el reclutamiento y selección, y es la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de los 5 consulados en Canadá, la responsable de velar por el cumplimiento del contrato de trabajo en los campos e invernaderos de aquel país.
Los contratos establecen las condiciones de transporte, salario, vivienda y salud. Aunque se establece que los derechos y obligaciones de los trabajadores mexicanos es igual al de los campesinos canadienses, la realidad es cruda como el invierno de esas tierras: el desconocimiento del idioma (sea inglés o francés), la lejanía de los centros urbanos, el desconocimiento de las leyes, las barreras culturales y la falta de capacitación e indicaciones en el idioma español dentro de los centros de trabajo, hacen que la actividad agrícola sea la más vulnerable de la economía mundial.
- El mismo día de los derechos humanos, el pasado 10 de diciembre, en el Congreso del Estado de México, junto con el Presidente de la United Food and Commercial Workers-Union de Trabajadores de la Alimentación y el Comercio (UFCW) de Canadá, Paul Meinema, presentamos a nivel nacional e internacional el Informe especial “La situación de los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá, tres décadas de defensa de la fuerza laboral más explotada de Canadá”.
Se trata de un documento que presenta la evidencia de las batallas legales en las distintas provincias canadienses para hacer valer los derechos laborales de los trabajadores agrícolas temporales, sobre todo de los mexicanos. El motivo de los litigios va desde las repatriaciones por “quejas” de los empleadores; la demanda de atención a la salud por accidentes de trabajo; el seguro de desempleo, los derechos de las mujeres trabajadoras agrícolas, hasta la legítima y conveniente sindicalización en las granjas.
El informe señala de manera categórica que la migración agrícola es lo que explica la soberanía alimentaria de Canadá. “En 2012 el Ministerio de Trabajo y Economía Social de Canadá emitió 39 mil 700 permisos para trabajadores agrícolas migrantes. En el 2019 ese número aumentó 72 000”, señala el documento.
En las tres décadas que UFCW Canadá ha sido el defensor indiscutible de los derechos laborales de trabajadores migrantes, coincidió en el año de 2008 con la Central Campesina Cardenista (CCC) y, desde entonces, han desarrollado una agenda común para lograr que la voz de los trabajadores temporales esté representada en todo espacio institucional para garantizar los derechos laborales mínimos que le brinden justicia y trabajo digno a los trabajadores y sus familias.
En este infausto 2020, la CCC y UFCW Canadá no solamente han refrendado su alianza estratégica, sino que, desde el Congreso del Estado de México, lograron convocar al Gobierno del Estado de México, a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a la Secretaría de Relaciones Exteriores para establecer los mecanismos institucionales convenientes para que el PTAT sea mejorado en lo referente a los derechos laborales de los trabajadores.
Paul Meinema y nosotros, hicimos un llamado prudente, humano y oportuno para que haya una cooperación favorable a los derechos de los trabajadores mexicanos, y que aprovechemos la experiencia y capacidad instalada de UFCW en Canadá, a través de sus 10 Centros de Apoyo y de toda su red de protección a los trabajadores.
La CCC le propone al gobierno del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador Alfredo Del Mazo, que hagamos posible que los consulados mexicanos en Canadá sean verdaderas “procuradurías de defensa de los derechos de los trabajadores agrícolas migrantes”, precisamente a través de esta alianza con la UFCW de Canadá, como una acción de muchas otras que se podrán multiplicar para beneficio de nuestros trabajadores del campo.
- El T-MEC, debe ser una oportunidad de cooperación entre los gobiernos y los factores de producción, que permita al Canadá y sus empresas agroalimentarias contar con mano de obra suficiente y capacitada para garantizar su seguridad alimentaria; y a los trabajadores agrícolas las condiciones de un trabajo decente, con garantía a sus derechos laborales y humanos como cualquier canadiense, y con una adecuada condición migratoria.
Lo que debe seguir, es analizar el Informe por parte de las autoridades de todos los órdenes de gobierno, analistas, organizaciones defensoras de derechos humanos, legisladores federales y locales, oficinas de atención al migrante en los estados, cónsules de México en Canadá. De eso saldrá una mejor política laboral para el exitoso y ejemplar PTAT.
El Informe se puede consultar en www.cardenista.org y www.ufcw.mx