“Mi padre era un hombre ranchero, amaba a Puebla y a México, siempre fue humilde. Llegó a los Estados Unidos para trabajar y ayudó a la comunidad de migrantes de corazón, no por nada instauró el desfile y festival de independencia de México en Passaic”, comenta con orgullo Tamara, mientras habla de su recién fallecido padre, Herminio García, presidente de la Organización de Mexicanos Americanos Unidos (OMAU) de Nueva Jersey.
La noticia de la muerte de este líder migrante, originario de Piaxtla, Puebla, la dio a conocer en redes sociales el 4 de abril el Consulado Mexicano en Nueva York y su familia. La causa fue covid-19.
Todo comenzó el 20 de marzo, cuando Herminio García se enteró que su sobrino Refugio Aquino de 62 años, de El Bronx, había fallecido; quería repatriar el cuerpo a Puebla, pero el 27 de marzo, tras una semana de esfuerzos supo que su lucha sería imposible.
“Un sábado mi padre se veía mal, mientras veía las noticias decía que tenía frío, luego le dio un ataque de ansiedad por insuficiencia renal, lo llevamos al hospital; le atendieron y al siguiente día lo dieron de alta. Volvió a casa, estaba contento y hasta comió fruta con nosotros”, explicó Tamara.
La familia ignora si fue al salir del hospital o en otro sitio contrajo covid-19, pero tras una semana decía que sentía frío. El jueves su situación empeoró, entró a emergencias porque le faltaba oxigeno, los médicos del Hospital St. Joseph de Wayne le informaron a Tamara que debían de entubarlo e inducirle el coma.
La familia aceptó el plan médico pero no pudieron ver a Herminio pese a la insistencia, pues le confirmaron covid-19.
Para el viernes los médicos le informaron a Tamara que debido a que hay pocos equipos médicos, si alguien necesitaba la maquina debían cederla. Ella tenía que decidir.
Tamara recuerda que pidió a los médicos hablar con su padre; la dejaron pasar a una habitación, se acercó al espacio donde estaba su padre y le habló a través del cristal: “Le dije ‘Pa’ te vamos a desconectar, te juro que no es mi decisión, te juro que han hecho todo lo posible. Este no era el momento, no era el lugar, esta no era la despedida que queríamos, pero te daremos santa sepultura, no va a ser como tu sobrino, vamos a mover montañas. Te quiero mucho y te pido perdón”, dijo la muer.
Lo desconectaron, su cuerpo resistió sin respirador. Ella se las arregló para que un sacerdote fuera a hacer una oración por su padre, cuando éste dijo -Gloria Dios- y ella respondió “Amén- su padre dio un gran suspiro y murió el sábado 4 de abril a las 14:20 horas.
Tamara comenta que esta Semana Santa su padre no pudo volver al estado de Puebla pero que siempre su gente lo recordará, la de México y la de Passaic. “Perdimos a un gran hombre, pero nos dejó un gran legado y debemos continuar”, concluyó.
mpl