Garantizar el abastecimiento de agua potable para los próximos 25 años además de llevar el líquido a zonas con difícil acceso, ese es el reto a vencer para el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL).
Para ello, actualmente se ha planteado una estrategia en la que se pretende tener una inversión de mil millones de pesos para el aprovechamiento masivo del líquido, aplicando una serie de procesos que permiten que el agua sea reutilizada a través de la norma 003 lo que significa una reducción de consumo.
"Estamos trabajando para tener más agua de reúso y que la gente tenga acceso a ella y que deje de usar un tanto de agua de primer uso para que nos alcance más", declaró Enrique de Haro director de Sapal.
El tratamiento de agua que se utiliza es con un sistema biológico terciario, mismo que cumple con la norma 003 de la SEMARNAT.
Durante el tratamiento de aguas residuales, se logra la remoción del 95 por ciento en sólidos y materia orgánica, lo que le permite ser utilizada de manera industrial, para el riego de sembradíos, entre otros usos.
"Con lo que te acabo de mencionar de la norma 003 y que podamos regresar esta agua a la ciudad en vez de verterla totalmente al río turbio. Aún no invertimos nada, es un proyecto que tenemos pero sí se pretenden invertir más de mil millones de pesos", explicó Enrique de Haro.
Actualmente, en promedio cada habitante de León consume entre 130 y 136 litros de agua al día, un uso considerable y por debajo de otros estados y ciudades donde el promedio diario rebasa los 200 litros de agua por día.
Sin embargo, la extracción de agua en la ciudad de León ha incrementado y encendido focos de alerta, considerando que actualmente está detenido el proyecto del Zapotillo, considerado vital para el suministro de agua en el estado, principalmente para la ciudad de León
"Estamos extrayendo más agua de la que recarga los mantos acuíferos ese es otro dato que nos da el estudio en donde por ejemplo, lo que nos dice el estudio es que se está extrayendo tanto, pero ingresa tanto y tenemos números negativos. Es una alerta que nos da el estudio”, reconoció Enrique de Haro.