Más de 150 jóvenes en Puebla llegan a la edad productiva en medio de la contingencia generada por el coronavirus, una crisis económica, un primer cuatrimestre marcado por el recorte de 25 mil fuentes laborales, una informalidad laboral de más de 66 por ciento y una pobreza laboral de 41.7 por ciento.
De acuerdo con el análisis “Los efectos de la pandemia” realizado por Anselmo Chávez Capó, investigador en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), la crisis actual no tiene comparación con problemas económicos recientes y las perspectivas al corto plazo no son positivas.
El investigador explicó que Puebla corre el riesgo de incrementar la cifra de desempleados y al cierre de este mes podría ingresar 24 mil personas más al desempleo ante la falta de planes fiscales y programas financieros para reactivar la economía y darle oxígeno a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Asimismo, señaló que para los jóvenes poblanos el panorama es complicado, porque ante los problemas económicos en casa, la posibilidad de continuar sus estudios al salir de la preparatoria se reduce y tendrían que optar por trabajar o buscar opciones de trabajos de medio tiempo para cursar una licenciatura; sin embargo, las fuentes laborales se reducen.
“Lo que nosotros vemos, de acuerdo con las estimaciones que tenemos, es que más o menos, 150 mil se incorporan a la población económicamente activa, lo cual, no implica que se llegue a un periodo productivo. Parte de los jóvenes, se incorporarán a la vida universitaria y otros ingresan al entorno laboral. Esos jóvenes que acuden a la universidad tendrán que pasar de tres a cuatro años estudiando para luego incorporarse al mercado laboral”, explicó Chávez Capó.
Los principales sectores que están sufriendo los estragos de la pandemia son el dedicado al comercio y de servicios, es decir, los pequeños empresarios que tienen una cafetería, estéticas, taquerías, zapaterías, negocios con un número pequeño de empleados, son los más afectados.
En la mayoría de los casos, los dueños de pequeñas y medianas empresas tendrán que endeudarse o solicitar algún tipo de préstamo y, comenzar a pagar dentro de cuatro a ocho meses dicho financiamiento en el mejor de los casos, para subsistir.
Además, Chávez Capó recordó que el gobierno federal puso en marcha el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, esquema que permitía la capacitación en un centro de trabajo por un periodo de máximo de doce meses y la entrega de una beca de tres mil 600 pesos de forma mensual y directa a los jóvenes, así como un seguro médico que cubre las ramas de accidentes, enfermedades, maternidad y de riesgos durante el periodo de permanencia; y una constancia de capacitación que describe la formación recibida y las habilidades desarrolladas durante la permanencia en el programa.
“Tendremos que revisar qué pasó con el programa Jóvenes Construyendo el Futuro que está becando a jóvenes poblanos. Este programa coadyuda para el desarrollo laboral, tendremos que ver los resultados de este programa”, apuntó el investigador.
De acuerdo con la plataforma de trasparencia de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del gobierno federal, hasta antes de la contingencia generada por el coronavirus, más de 16 mil jóvenes poblanos recibían tres mil 600 pesos mensuales como parte de su capacitación para el trabajo, colaborando en algún centro de trabajo inscrito en el programa.
mpl