La marcha por el Día Internacional para Erradicar la Violencia contra las Mujeres no estuvo exenta de actos vandálicos. Un grupo de mujeres vestidas de negro, con el rostro cubierto y con aerosoles, martillos y mazos, rompió cristales, pintó mobiliario urbano y dañó monumentos históricos.
De entre las más de 3 mil asistentes a la movilización, un grupo de no más de 50 embozadas fue el que hizo los destrozos a lo largo del recorrido que, en todo momento, fue vigilado por mujeres policías, quienes repelieron las agresiones con consignas de: “¡Somos mujeres policías y estamos erradicando la violencia!”.
Con navajas, el grupo de feministas desgarró el emplayado de los monumentos históricos sobre Paseo de la Reforma, prendieron fuego al pie del Monumento a Cuauhtémoc, tumbaron el tapiado que resguardaba el Palacio de Bellas Artes e hicieron pintas en el Hemiciclo a Juárez. No hubo ningún parabús que no sufriera los ataques, así como hombres despistados que se cruzaron por su camino.
A cada cristal roto le precedía un grito en coro de aprobación: “¡Fuimos todas!”, retaron a las mujeres policías que con escudos como única defensa intentaron disuadirlas. Algunas portaron extintores para apagar el fuego que por momentos se avivó.
De acuerdo con cifras del Gobierno de Ciudad de México, en la marcha hubo 2 mil 500 uniformadas que “protegieron” la ruta, así como 2 mil voluntarias para superar en número a las 3 mil mujeres que se movilizaron desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, y a las 150 que protestaron del Monumento a la Revolución también a la Plaza de la Constitución.
“¡Policía, escucha, tu hija está en la lucha!”, gritaron algunas, mientras otras lanzaron consignas de rechazo a la “violencia machista” y los feminicidios. Unas más optaron por los insultos y las agresiones verbales a las uniformadas.
Por momentos la violencia se incrementó y las consignas fueron opacadas por el golpeteo de los mazos en los cristales, casetas telefónicas o el plástico de los monumentos que terminaron llenos de aerosol.
Aunque antes de la marcha el Paseo de la Reforma, Juárez y 5 de Mayo lucían llenas de mujeres, funcionarias del Gobierno de Ciudad de México, con playeras blancas como distintivo del cinturón de paz, buscaba disuadir la violencia, pero cuando comenzaban los actos vandálicos, se replegaban de la zona.
La movilización culminó en el Zócalo capitalino, donde se llevaron a cabo diversos performances y se pronunciaron diversos discursos referentes a la eliminación de la violencia contra la mujer.