Será a partir de este lunes 21 de diciembre y hasta el 10 de enero de 2021, cuando los templos, parroquias y rectorías que integran la Arquidiócesis de Toluca cierren sus puertas a los fieles católicos, sumándose a las medidas sanitarias implementadas ante el cambio a rojo en el Semáforo de Riesgo Epidemiológico.
A través de un comunicado de prensa firmado por el arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, la Arquidiócesis de Toluca dio a conocer que debido al elevado número de contagios y al repunte de la pandemia de covid-19, se cerrarán nuevamente todos los templos a partir del próximo lunes 21 de diciembre y hasta el 10 de enero de 2021, para no exponer a nadie a salir de sus casas y ser contagiados o ser factor de contagio para otros
“Ante esta emergencia sanitaria, como pastores del Pueblo de Dios que se nos ha encomendado, hemos de proceder con suma responsabilidad cuidando la salud de todos nuestros hermanos, y haciéndonos solidarios con las Autoridades Civiles”.
A partir de esa fecha, se señala en el documento dado a conocer a través de sus redes sociales oficiales, se celebrará la misa diaria a puerta cerrada y sin participación del pueblo y sólo podrá participar un número reducido de agentes de pastoral que ayudarán en la liturgia.
“Sé lo doloroso que resulta para nuestra gente y para nosotros como pastores esta medida, en este tiempo de la celebración de la Navidad, del final del año y de la Epifanía; sin embargo, es necesario proceder con madurez, conforme a las exigencias del momento que vivimos”.
La misa será transmitida diariamente por cada párroco, a través de los medios virtuales; las celebraciones de los sacramentos del bautismo, primeras comuniones, confirmaciones, bodas o acción de gracias por la celebración de los quince años o algún otro aniversario, que hubieran sido programadas para estas fechas, deberán ser reprogramadas para una fecha posterior.
Estas medidas deberán ser informadas este domingo 20 de diciembre, en las distintas comunidades parroquiales, con el propósito de cuidar la salud de todos, haciéndonos responsables los unos de los otros.
“Díganles que de ninguna manera los estamos abandonando, puesto que en estos momentos es cuando más necesitamos estar unidos en comunión de oración, elevando con fe nuestras súplicas al Padre misericordioso, rogándole que proteja a nuestro pueblo de este mal que nos aqueja”.
En este documento también pidió a los sacerdotes que, a través de todos los medios electrónicos que tengan a su alcance, se mantengan cerca de su comunidad parroquial o rectoría, compartiendo con todos el Evangelio de la esperanza, de manera que, “como pastores, les sostengamos en sus penas, sufrimientos y angustias, haciéndoles cercana la misericordia y el consuelo de aquel que nos consuela en todas nuestras tribulaciones”.