El principal reto en la actualidad radica en que los diferentes sectores de la sociedad garanticen la protección del derecho de las generaciones futuras a vivir en un medioambiente sano, libre de violencia y al desarrollo sostenible.
En el punto anterior coincidieron investigadores y activistas en el conversatorio “Defendiendo la tierra y el territorio en Puebla”, que se realizó en la Universidad Iberoamericana Puebla, donde se expuso que la violencia contra personas y comunidades defensoras de los territorios se ha vuelto insostenible en los últimos tiempos, siendo 2022 el año con más agresiones registradas en la historia del país. Fueron 582 los atentados cometidos en, al menos, 197 eventos diferentes, lo que representó un aumento de 87 por ciento con respecto al año 2021.
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Juan Carlos Flores Solís y Alejandro Torres Chocolatl, abogado y defensor, respectivamente, de la organización Derechos Humanos de la Tierra y de los Pueblos Indígenas, revelaron que por su lucha son víctimas de agresiones físicas, verbales, descalificaciones y campañas de odio.
Flores Solís recordó que como parte de su lucha por la defensa de los territorios, fue preso político en 2014; sin embargo, sus acciones no se detienen y seguirán impulsando acciones para garantizar un mejor panorama para las siguientes generaciones.
“Estamos defendiendo los derechos, pero es un deber que pasa por un panorama cruel”, destacó el abogado de la organización civil.
Por su parte, Torres Chocolatl explicó que, ante las carencias latentes que hay en la sociedad mexicana, se tiene que seguir luchando por la defensa del territorio ante embates de diferentes sectores. “Si de verdad hubiera equidad, igualdad, no estaríamos aquí. Qué necesidad habría si todo fuera armonía, paz y respeto a la Madre Tierra”.
Gracias a la campaña internacional Protejamos sus voces, activistas y defensores mexicanos han encontrado una alternativa para protegerse. Kristian Kumlin, jefe de Misión Adjunto de la embajada de Finlandia en México, explicó cómo este panorama aporta directamente al bienestar de las personas, gracias a la procuración de los derechos fundamentales.
“Estos derechos no se respetan por diferentes razones. Las comunidades son desplazadas de sus tierras y se les niega su derecho a decidir sobre su propio destino. Esto resulta en la destrucción de ecosistemas frágiles y la exacerbación de la desigualdad social. Es nuestro deber como sociedad y como individuos avanzar la justicia y la equidad con relación a los derechos humanos”, explicó.
En tanto, Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medioambiente Xabier Gorostiaga de la Universidad Iberoamericana Puebla, destacó la importancia de garantizar la protección del derecho de las generaciones futuras a vivir en un medioambiente sano, al desarrollo sostenible y también a la protección de las personas defensoras del medioambiente.
Por último, Anette Wittwe, oficial de Asuntos Políticos y Derechos Humanos de la embajada de Suiza en México, remarcó la prioridad que tiene para los países presentes participar en el acompañamiento a activistas, defensores y periodistas a través de la visibilización de su trabajo, el fortalecimiento de sus capacidades y la creación de puentes de diálogo.
AAC