En México, al menos 22 millones de mujeres viven con alguna discapacidad o limitación, y al igual que el resto de ellas, también son víctimas del machismo, violencia, falta de oportunidades y de representación.
Sin embargo, sus necesidades están mucho más invisibilizadas y son pocos los protocolos y políticas públicas que contemplan realmente lo que necesitan en cuestiones de género.
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Frente a esto nació “Mexicanas con Discapacidad”, un movimiento que lucha por la inclusión y los derechos que viven algunas de ellas, pero además para que puedan tener mayor representación en la toma de decisiones y ser visibilizadas en el espacio público como las demás.
Por esto bajo la consigna de “Mírame bien, que yo también soy mujer”, por tercer año consecutivo en la Ciudad de México, decenas de ellas buscarán tomar las calles este 8 de marzo para demostrar que aún con sus discapacidades también tienen ganas de ser vistas y de cambiar su realidad en beneficio de todas.
Entre las principales limitantes que enfrentan las mujeres con discapacidad están:
- Físicas: por los obstáculos que impiden su acceso o movilidad en el espacio
- Transporte: muchas veces no cuenta con características de accesibilidad
- Comunicación: que son obstáculos en la transmisión y recepción de mensajes
- Bienes y servicios: no necesariamente consideran sus necesidades especificas
- Prejuicios: muchas veces se tiene sobre este sector poblacional.
La importancia de visibilizar a mujeres con discapacidad
Al respecto, Jen Mullini, integrante del movimiento de mexicanas con discapacidad, habló sobre la importancia de visibilizar este sector de la población ya que muchas de ellas no tienen acceso a la salud, trabajos y educación.
Además se les niega la atención en temas de sexualidad asumiendo que por tener una discapacidad no pueden ejercer esta parte de su vida.
Justamente en temas laborales, las oportunidades que se tienen son muy pocas incluso en comparación con los hombres, ya que de acuerdo con información del movimiento, en México mientras que el 56 por ciento de los hombres con alguna discapacidad son económicamente activos, en contraste, solo el 27 por ciento de las mujeres cuentan con esta posibilidad.
Y justamente como consecuencia de la falta de oportunidades es que muchas terminan siendo víctimas de violencia de género, al tener que depender en muchos casos económicamente de su agresor, quién ejerce distintos tipos de violencia o control sobre la mujer, aprovechándose de las limitantes que su condición suele tener para pedir ayuda.
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Violencias más comunes contra mujeres con discapacidad
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, en el país, al menos 16.3 millones de mujeres de 15 años y más con discapacidad o limitación, han vivido algún incidente de violencia en algún momento de su vida.
Por lo que se detectaron los tipos más comunes:
- Violencia psicológica: 58.2 por ciento de los casos
- Violencia sexual: 48.7 por ciento
- Violencia física: 44.6 por ciento
- Violencia económica: 34.9 por ciento
Sobre esto la Organización de las Naciones Unidas, alertó que las mujeres y las niñas con discapacidad suelen experimentar una doble agresión: la de género y la relacionada con su situación; lo que las coloca en un riesgo mayor de vivir violencia, abandono, malos tratos o explotación.
Y aunque en México ya cada vez hay más mujeres con estas condiciones en la toma de decisiones además de que en 2020, el Senado de la República declaró el 12 de septiembre como el Día Nacional de las Mujeres con Discapacidad para visibilizar sus demandas y propuestas para mejorar su calidad de vida.
Además de contribuir a la construcción y mejoramiento de su entorno social, lo cierto es que como con el resto de las mujeres, aún queda un largo camino para garantizar sus derechos así como una vida libre de violencia.
“Es importante tomar en cuenta las interseccionalidad que se puede vivir a partir de ser mujer y la discapacidad es una de ella, la discapacidad es parte de la vida y la podemos adquirir en cualquier momento, desde una empatía consiente de los factores sociales, creo si desde ahí es como abrazamos el feminismo podemos entender que hay muchas formas de funcionar”, precisó Jen.
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HCM