Ante la onda gélida que llegó con temperaturas de -2 grados centígrados y una sensación térmica de -7 a la frontera de Reynosa, Protección Civil y personal del albergue Senda de Vida evacuaron este viernes a los migrantes en situación de calle que acampaban a la orilla del bordo en la colonia Aquiles Serdán.
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Doscientas personas, 70% de ellos niños, fueron llevados al refugio invernal emergente; Madres de familia y menores de edad fueron prioridad en el espacio disponible.
Al interior, muchas de ellas con sus bebés en brazos, daban finalmente un respiro tras haber permanecido durmiendo en la calle debido a la saturación de solicitantes de asilo que esperan desde Reynosa.
“Cuando llegamos no había donde dormir, por tanta gente no hay donde, tuvimos que dormir en la calle hasta que encontramos aquí, y fue un alivio… Imagínate con ella con bronquitis. No aconsejo a los migrantes venir acá, somos bastantes”
El intenso frío tomó por sorpresa tanto a quienes llegan desde el sur, como a los expulsados bajo el título 42 que viajaban con niños.
“A nosotros nos agarró la policía de EU y no nos dijeron nada, solo pasaron el puente, y no nos explicaron nada, y nos dejaron ahí que aguantáramos frío. Nos entregamos y nos regresaron, no les importó que hubiera niños chiquitos”
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Migrantes políglotas originarios de Haití son voluntarios en mantener el control de este refugio.
“Estamos como controlando que sea realmente que lo necesita, porque hay gente que no tiene qué comer, y nosotros estamos para asegurarnos que esa gente sea beneficiada del servicio que está entregando el albergue, y agradecer a sus autoridades que nos están dando mucho apoyo”
El Sistema DIF se observó canalizando insumos y ayuda para el funcionamiento del refugio.
“Aquí estamos albergando principalmente familias, mamis con sus respectivos hijos y los papis están en otra ubicación. DIF está apoyando con las tres comidas diarias, servicios médicos, medicamentos, es un trabajo integral”: Oralia Cantú Cantú, directora del Sistema DIF Reynosa.
A las afueras de Senda de Vida solo quedaron algunos migrantes que se dedican a venta comida, y que buscan ingresos a pesar del clima.
De acuerdo a voluntarios, son alrededor de 130 menores de edad y el resto adultos los que permanecerán cuando mínimo hasta el próximo martes.