Los efectos ambientales que derivarían de la explotación minera del Cerro del Gallo, en Dolores Hidalgo serían irreversibles para los habitantes que dependen del suministro de agua de los mantos acuíferos de la región, así lo explicó la ambientalista Mercedes Páramo, de la Coalición en Defensa de la Cuenca de la Independencia (Codecin).
“Sabemos que gasta y modifica la forma del territorio, porque necesitan detonar grandes cantidades de suelo que en este caso la afectación sería directamente en el Cerro del Gallo, lo primero es que destruyen será el Cerro (del Gallo) y con ello se va la vegetación nativa, los animales que siempre han estado ahí, pero sabemos que al mover toda esta cantidad de subsuelo también modifica todos los ciclos naturales que hay en la región”, explicó en entrevista telefónica con MILENIO.
Auguró que la contaminación también se dará en el aire de la zona, ya que al querer extraer plata, oro y cobre de la zona, se utilizarán más de dos mil toneladas de cianuro anuales y ácido sulfúrico que podría ocasionar accidentes ambientales como ha ocurrido en propiedades de Grupo México, en el norte del país.
El aire lo va a contaminar con polvo y residuos tóxicos, porque lo que ellos quieren extraer es plata, oro y cobre, pero principalmente el oro, entonces para poder extraer estos minerales van a utilizar cianuro y el ácido sulfúrico, estamos hablando de que van a usar más de 2 mil toneladas de cianuro anuales, y todo esto va a generar contaminación.
“Al momento de hacer toda esta explotación hablan de que van a contener el agua en lagunas y que éstas van a estar vigiladas pero eso puede ocasionar muchísimos accidentes de minería como el que ocurrió de Grupo México que tuvo el derrame del ácido sulfúrico y llegó hasta el mar de Cortés”, detalló Mercedes Páramo.
Las comunidades cercanas al proyecto serían las primeras afectadas pero no serán las únicas, sino todas las que están conectadas con la Cuenca de la Independencia, ya que todos los escurrimientos de la zona donde se ubicaría la mina afectaría a los habitantes de las comunidades que se encuentran aguas abajo.
“Principalmente la región de San Miguel de Allende, porque las corrientes en la cuenca todos desembocan a la presa Allende, y nos preocupa eso y todas las comunidades que viven del campo, las siembras, sus animales, y el río San Damián que también llega a la Presa Allende y las aguas del río San Damián se alimentan también de aquella región por donde está la mina.
Sobre la postura que les ha manifestado el presidente municipal de Dolores Hidalgo, Miguel Ángel Rayas, la ambientalista mencionó que derivado de una primera asamblea con habitantes de las comunidades aledañas a la mina, el Primer Edil dolorense manifestó estar de lado de su comunidad.
“También (Miguel Ángel Rayas) dijo que la empresa no se ha acercado con ellos y no ha pedido ningún permiso, entonces no tenemos ahorita mucha claridad en cuanto a los permisos que le hacen falta a la empresa, pero al menos el presidente municipal dijo que está con la comunidad”, reconoció la ambientalista.