El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo dijo que vale la pena confiar en Dios, ya que este no miente, ni hiere, sino cumple todo lo que promete.
Durante la misa dominical celebrada en la Catedral, Martínez Castillo pidió por la pronta recuperación del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, quien fue operado el pasado 14 de febrero.
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Destacó que los fieles deben de vivir la confianza en Dios "pero la confianza tiene una consecuencia, la consecuencia de la confianza es la bienaventuranza. Solamente se puede vivir la bienaventuranza si hay confianza".
Resaltó, que cuando se empieza a confiar en Dios, se nos "cambia el chip", y se tendrá la cercanía de él, y comenzar a vivir en coherencia.
"Que significa confiar en Dios, no es solo es un acto de intelecto, sino una experiencia profunda de la persona, hay que darnos la oportunidad de aceptar la persona real, entrar en relación con una persona que nos ama que es Dios, que es una persona real con la que me puedo relacionar, no es cualquiera, es Dios, y sabe más que el más allá, de lo inmediato, de mi esencia, de las cosas, me conoce a mi", apuntó.
En este sentido, pidió que los fieles poblanos tengan la gracia de vivir en "amistad con Jesús, conceda tener una mejor relación, y confiando en él estemos en grado de hacerle caso, de aceptar su propuesta de verla como la más conveniente, de verla como la solución de la circunstancia de nuestra vida y vivir de esa forma, y entonces comenzaremos a tener una historia diferente, y así por hacerle caso a Dios, viviremos felices".
Finalmente, el obispo auxiliar pidió por el descanso eterno de la niña Lluvia, y de las 4 personas asesinadas en Tlapacoya.
CHM