Molino 'El Corazón de Jesús', un siglo de historia y tradición en Puebla

Cuatro generaciones de poblanos han estado comprometidos con la preservación de un antiguo molino de piedra, en medio de la gran urbe de la ciudad de Puebla.

Molino 'El Corazón de Jesús', un siglo de historia y tradición en Puebla. (Melanie Torres)
Jesús Zavala
Puebla /

En 1932 el Barrio de El Alto vio nacer un negocio artesanal que ha enfrentado múltiples adversidades para llegar hasta el 2021 siendo un referente de historia y tradición en el cuidado de los procesos fundamentales de la gastronomía poblana, mismos que han sido protegidos por cuatro generaciones de poblanos que aún se dicen comprometidos con la preservación de un antiguo molino de piedra en medio de la gran urbe de la ciudad de Puebla.

Es en el inmueble, ubicado en la 14 norte 807 del mencionado barrio, donde desde temprana hora un pequeño motor comienza a trabajar. Los engranes giran y dan potencia a una serie de cigüeñales, poleas y ruedas que entre piezas de madera antigua y otras más de metal, hacen recorrer finas bandas cosidas a mano por las diferentes partes que en conjunto ejercen la fuerza suficientes para mover dos grandes rocas de piedra volcánica que se encargarán de triturar todos los ingredientes que sean necesarios para realizar un gran platillo.

Este artefacto es un molino artesanal, mismo que ha sido reparado, reacondicionado y adaptado para dar un servicio más amplio a los clientes que a lo largo de poco más de 100 años se han dado cita en los diferentes puntos que se ha encontrado, para lograr sacar de sí la mejor harina, especias e inclusive el típico mole poblano, todo ello aún previo a formar parte de "El Corazón de Jesús".

Sobre esto, Alma Leticia Gámez encargada del molino, señaló que el arduo trabajo de su familia, inició desde antes de la fundación de su propio molino, puesto que el abuelo de su esposo fue quien luego de trabajar arduamente en un negocio de la localidad, logró comprarle a quienes le empleaban su molino de piedra, con el cuál iniciaría "El Corazón de Jesús", establecimiento que ha ido pasando de generación en generación.

No obstante está trayectoria ha sido todo un reto, puesto que los nuevos tiempos han traído consigo grandes cambios, desde la industrialización, temblores, pandemia, cierres viales por cuestiones políticas y el desapego social por las viejas costumbres en cuanto a los procesos del acercamiento con los productos y materias primas, ha llevado a la familia Pérez a un punto de decadencia dónde hoy por hoy, su producción ha disminuido en hasta un 80 por ciento.

Sin embargo, tanto Alma Leticia Gámez, su esposo y clientes, se dicen comprometidos con el cuidado y preservación de estos servicios, puesto que de no ser impulsados por ellos, temen que se vean desaparecidos entre las nuevas costumbres, hecho que además de representar una perdida para el ámbito gastronómico representaría el abandono de una de las tradiciones que caracterizan a nuestro país.

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