Padres, familiares, amigos, docentes y compañeros de Ximena Quijano Hernández y José Antonio Parada Cerpa, estudiantes de intercambio en la Upaep y médicos internos de pregrado originarios de Colombia que fueron asesinados en el municipio de Huejotzingo, Puebla, participan en una misa que encabeza el obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini en la capilla de la institución poblana.
En la misa, también se recuerda a Francisco Javier Tirado Márquez, estudiante de la Facultad de Medicina de la BUAP que realizaba prácticas de servicio social; y al conductor de una unidad de Uber, José Emmanuel Vital Castillo, cuyos cuerpos fueron hallados ayer.
Antes de comenzar la misa, se realizó una oración y luego el obispo auxiliar pidió por el descanso de los jóvenes que fallecieron y porque regrese la paz a Puebla.
"No son uno más, tenemos que pensar en la ola de violencia que a todos nos ha alcanzado. Dios no quiere la muerte. Por eso, nuestro hermano, padre de familia, decía que está bravo. Está es una oración de reclamo. ¿Por qué permitiste esto?, ¿por qué sucedió esto?", comentó.
Señaló que el tejido social está roto y ahora es momento de comenzar a reconstruirlo desde la familia.
Además, el obispo auxiliar pidió porque cambien las personas que cometieron los asesinatos y explicó que en su momento, serán llamados a cuentas.
"Pedimos porque regrese la paz y la tranquilidad a Puebla. Le pedimos a la virgen. Ella no entendió por qué su hijo estuvo en la cruz, pedimos les consuele" apuntó.
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