El albergue “Orejitas de Gala”, ubicado en el estado de Tlaxcala, se encarga de rescatar a lomitos que fueron víctimas de maltrato, abandono y hasta consumo humano. Al día, los más de 130 perritos que viven en este lugar, consumen 100 kilos de alimento, aunado a ello, más de 25 litros de agua, medicamentos y tratamientos, por lo que piden donaciones en especie o económicas para continuar con esta misión y darles una segunda oportunidad a los canes.
Multimedios Puebla visitó este sitio que se ubica en San Lorenzo Xaltelulco, en el estado vecino de Tlaxcala, mismo que alberga a perros de todas las razas y edades. El 90 por ciento de ellos son hembras y fueron víctimas de golpes, desnutrición, peleas clandestinas, las utilizaron para reproducirse y vender a sus crías o las abandonaron a su suerte.
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“Los hemos rescatado amarrados de las patas, en bolsas, en el agua, colgados de los árboles, amarrados del cuello, casi cortándoselos. Toby fue atropellado y hay otros con situaciones muy tristes, perritos quemados o con las patas rotas. El peor caso es de una persona que se comía a los perros y que actualmente está libre, se ha hecho todo lo posible para que pueda pagar por sus crímenes, pero no se ha logrado hacer nada aquí en Tlaxcala, es muy difícil”, reveló Jesús Rivera Manoatl, fundador del albergue.
El proyecto comenzó hace siete años, cuando Jesús Rivera tenía solo 20 años de edad y rescató a una perrita a la que llamó “Gala”, misma que tenía sarna en todo su cuerpo, pero dicha infestación parasitaria era más notoria en sus dos orejas. El joven la llevó al veterinario y cuido de ella hasta que sanó, de esta grata experiencia surgió el nombre de “Orejitas de Gala”.
Este espacio se encuentra alejado de la mancha urbana, en un espacio amplio con campos, árboles, casas para los peluditos, zonas de juego y de comida. Jesús y su hermano Andi, son los que se encargan de cuidar de los huéspedes, atenderlos, cuidarlos, jugar con ellos, llevarlos al veterinario, bañarlos, pasearlos y limpiar su espacio de estancia.
“Tratamos de encontrar, gracias a Dios, el ambiente adecuado para ellos, hay árboles y casi no hay gente, entonces es un lugar adecuado, les ponemos música y tenemos rutinas para jugar con ellos; a los que vienen lastimados se les atiende y a los que tienen algún trauma por maltrato, hacemos ejercicios para calmarlos, agarrarlos y acariciarlos”, señaló.
Duvalín, Chiquilín, Lobo y Toby son algunos integrantes de esta gran familia, que como todos celebran el Día de Muertos con su ofrenda tradicional y disfrazados, el 24 de diciembre tienen una cena y todo ese mes habilitan la “Villa Iluminada” para que sean visitados por las personas y jueguen con ellos. Recientemente, un video del albergue se hizo viral debido a que les realizaron una rosca de Reyes Magos de croquetas gigante para el disfrute de los lomitos.
Su objetivo es darles una mejor calidad de vida a través de la rehabilitación y esterilización para que tengan una segunda oportunidad en un nuevo hogar.
Al día, Jesús y su hermano invierten dos mil pesos en el alimento de los perritos, debido a que son 100 kilos los que comen, por lo que piden el apoyo de los tlaxcaltecas y poblanos para sumarse con donaciones en especie o económicas, ya que es su único sustento para seguir salvando a peluditos de las calles.
“Los perritos se comen 100 kilos diarios de comida, que equivale a cuatro bultos de los grandes, entonces es muy complicado de conseguir el alimento del día a día, recibimos donaciones de arroz, sopa, tortilla, desperdicio de pollo y sobre todo de croquetas”, señaló Rivera Manoatl.
Así mismo, hizo un llamado para que sean más conscientes con sus mascotas, ya que es una gran responsabilidad y son un miembro más de su círculo.
CHM