El futbol soccer y arbitrar partidos, las pasiones Pablo Badillo Sánchez, alcalde de Apizaco

Pablo Badillo Sánchez, presidente municipal de Apizaco, no se considera como el mejor jugador de futbol de la región, sin embargo, reveló que el deporte lo apasiona, incluso le sirvió para trabajar y terminar sus estudios.

Desde muy joven se vio en la necesidad de generar sus propios ingresos y con ello pagar sus estudios, por lo que el arbitraje fue clave para practicar lo que más le gusta y además dio paso a “defender las causas y acciones justas”.

Desde que fue estudiante le gustó trascender, incluso en los concursos de declamación y oratoria. Descubrió su interés por la actividad pública desde la primaria cuando se dio cuenta de que era necesario luchar para que todos tengan mejores oportunidades

Badillo Sánchez es licenciado en Lingüística Aplicada y en junio pasado fue electo como alcalde del municipio de Apizaco, participó en los comicios con la bandera del PAN, tiene 39 años y ha transcurrido apenas un mes de su administración. Este es su lado B.

¿Cómo fue la etapa de estudiante?

“Fue una de las etapas más hermosas de mi vida, la viví al máximo. Desde la primaria era el representante de Apizaco en los concursos de oratoria y declamación. En la secundaria siempre me gustó sobresalir. Al hacer una evaluación, creo que mi etapa de preparación fue la universidad, tuve el cabello largo, incluso llegué a tener rastas, he pasado hermosos momentos, estoy plenamente agradecido con la vida y con Dios por supuesto, soy un hombre de fe”.

¿Cuándo decides dejarte el cabello largo y hacerte rastas?

“Soy licenciado en Lingüística aplicada, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATlx). La propia información te hace ir en contra del sistema en el momento, es la etapa de joven como todos y es parte de la evolución y mostrar la rebeldía en contra de las cosas que no te gustan”.

¿Cómo está conformada tu familia?

“Soy el hijo menor de cuatro hermanos, somos dos hombres y dos mujeres. Mi papá fue campesino, luego obrero y varios años se dedicó al comercio, este último fue el que nos sacó adelante. En lo personal soy divorciado, pero me llevo bien con mi ex pareja, tenemos una relación de amistad y a raíz de ese matrimonio que existió nacieron dos hermosas criaturas, una de 9 y otra de ocho que son mi adoración”.

¿En qué trabajaste cuando fuiste joven? ¿También te involucraste en el comercio?

“Sí, mi papá fue obrero de una empresa que se dedicaba al fundir acero. Después de varios años se fue a huelga y entonces mi papá sale de la empresa y dejó su plaza, y aunque tiene su campo, nos llevaba a la pisca, a cegar, destapar, sembrar, etcétera, pero cuando deja de ser obrero se ve en la necesidad de meterse al comercio”.

“Nosotros vendíamos colchones y muebles en cambaceo. Íbamos a recorrer los pueblos tanto de Puebla como Tlaxcala, después de varios años dejó los muebles y nos dedicamos a la venta de enciclopedias, llegó a irnos bien en su momento, pero con la llegada del internet el negocio se terminó y por último tuvimos una tienda de abarrotes durante 25 años”.

¿Cómo fue tu etapa de niño?

“Yo vivía detrás del Complejo Deportivo de Apizaco. Mis vecinitos y yo éramos una flotilla de 10 a 15 chamacos y desde las cuatro de la tarde salíamos a jugar hasta que se metía el sol. Nuestras mamás no se preocupaban, sabían que cuando se metía el sol teníamos que llegar sanos y salvos, y fue una etapa muy bonita. Me tocó la etapa de las canicas, el papalote, éramos felices con cualquier juego que improvisábamos, a nosotros no nos tocó el internet ni esas cosas”.

¿Qué es lo que te apasiona hacer?

“Cuando era niño no era tan bueno jugando futbol, era medio maleta, pero el futbol es mi pasión, no era tan malo, pero tampoco era tan bueno, siempre me apliqué al deporte, es más para pagar mis estudios me dedicaba al arbitraje. El sábado y domingo andaba de árbitro y jugando, me aventaba tres partidos y después me iba de árbitro y gracias a eso pude sacar adelante mis estudios”.

¿Alguna vez tuviste una experiencia que te inspirara a meterte a la vida pública?

“Una vez en la primaria llegó un presidente municipal de Apizaco (…) llegó la autoridad a la escuela Municipio Libre y éramos muchos chamacos brincando porque fueron a regalar balones, pero no me tocó. Eso me impulsó a meterme a la vida pública, me dije en ese momento que todos merecen tener oportunidad y beneficios”.

“Apizaco es grande porque la gente es trabajadora, porque desde las siete de la mañana ya están barriendo banqueta, están sacando sus puestos, están abriendo sus cortinas y eso hace que Apizaco tenga mucha economía, esto ha permitido que la ciudad crezca de manera natural”.

¿Cuál es tu comida favorita?

“No me gusta cocinar, solo hago huevos revueltos y mi cereal con leche. La comida que más me gusta solo es la que hace mi mamá y es la salsa con chicharrón verde”.

¿Qué te gustaría recuperar del Apizaco antiguo?

“Hay que retomar la sensibilidad de la ciudadanía. Apizaco comienza a crecer y eso trae consigo los daños de las grandes ciudades, en particular, la indiferencia. Quiero rescatar que la ciudadanía no sea indiferente a los problemas de todos, que nos volvamos sensibles, ayudemos al de enfrente, cuidemos nuestra banqueta, nuestro camellón, pero que la autoridad no deje de hacer la parte que le corresponde. Es necesario retomar los valores y los principios que con la llegada de la tecnología se han ido perdiendo”.

mpl