Hace un año la vida de los niños fue limitada, el covid-19 obligó a los menores a aislarse en sus hogares y la única forma de socializar y aprender es a través de una pantalla.
Con el paso del tiempo, esta situación ha impactado en la salud mental de los infantes, quienes se muestran estresados, enojados y con cuadros de ansiedad por el encierro.
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La psicóloga clínica, Yazmín Morales Robles, explicó que en el último año las consultas se han incrementado y han detectado dichos sentimientos.
“Si se han incrementado las consultas por estrés y por ansiedad, en los niños y en los jóvenes.
“Presentan sentimientos de apatía, hartazgo, de cansancio”, refirió.
En un sondeo realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se reveló que en los últimos meses, el 27 por ciento de los estudiantes sufre de ansiedad, además el 15 por ciento vive en depresión.
“Al inicio todo fue muy bien. Al día de hoy que ya tenemos más tiempo, sí están muy cansados. Ya no quieren platicar con nadie a través de pantalla. Hay los casos, pero algunos ya no quieren hablar con nadie a través de pantalla”, mencionó Morales Robles.
Ante esto, la psicóloga exhortó a los padres de familia a estar atentos en las actitudes de los niños, para detectar y atender a tiempo a los menores.
“Que el niño esté todo el tiempo enojado, que no se pueda concentrar en la escuela, que ya no se esté entreteniendo con los juguetes.
“Está muy emocional, que quizás llora mucho, hace muchos berrinches, le cuesta controlarse y que no está aprendiendo”, dijo la especialista.
Pese a que existen juguetes para disminuir la ansiedad y el estrés, la mejor forma de ayudar a los niños es jugar e interactuar con ellos, consideró.
“Aunque a los niños se les puede dar juguetes para el estrés y para la ansiedad, no van a suplir la cercanía real de una persona.
“Es bien importante que los papás se puedan dar el tiempo de sentarse un ratito con ellos a jugar el juego de mesa, a jugar con la arena o con la plastilina, porque un ratito de juego al día sí lo necesitan los niños”.
La experta mencionó que el posible regreso a clases ayudaría a los menores a canalizar su energía y reducir su nivel de estrés.