Las acciones contra la desigualdad entre hombres y mujeres, así como las acciones para reducir la brecha de género, se retrasaron 10 años ante la pandemia del covid-19, advirtió Gabriela Ramos Patiño, titular de la Dirección General Adjunta de Ciencias Sociales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
Durante la presentación que realizó el Sistema Universitario Jesuita, del que forma parte la Universidad Iberoamericana Puebla, del Premio Ada Byron a la mujer tecnóloga 2021, la representante de la Unesco destacó que el costo económico más alto y los efectos más de la pandemia recayó sobre las mujeres,
“Muchos de los logros en materia de pobreza, contra la desigualdad, los problemas de economía y en el tema de la equidad de género, la pandemia terminó con los avances de los últimos 10 años”, expresó Ramos Patiño.
A lo largo del periodo de confinamiento en el marco de la pandemia del covid-19 como medida para romper con las cadenas de contagio, el costo más alto en el tema de salud y en el rubro económico, está cayendo en las mujeres.
En el mercado laboral informal, más de 60 por ciento son mujeres; mientras que 57 por ciento de los trabajos temporales están conformados por las mujeres, sectores que son los primeros afectados en periodos económicos complicados.
Resaltó la importancia de tomar conciencia del retroceso que está ocurriendo en la batalla contra la inequidad, la violencia de género y los innumerables obstáculos que enfrentan las mujeres en los países de América Latina.
Junto al covid-19 se está presentando la otra pandemia, la violencia contra las mujeres, problema que está creciendo tanto en México como en países de América Latina, y en todo el mundo, ante los periodos de confinamiento.
“La violencia es un desastre. Los casos de violencia contra las mujeres aumentaron en medio de la pandemia”, lamentó la representante de la Unesco.
La brecha educativa entre hombres y mujeres es otro problema que se está acentuando, ante lo cual, se requiere motivar a las mujeres para que participen en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Actualmente, 22 por ciento de las investigaciones en tecnología son de mujeres; mientras que el 78 por ciento es de hombres.
“La tecnología no solo es cosa de hombres. Necesitamos incentivar la participación de las mujeres, históricamente apartadas de la ciencia”, apuntó.
Los estudios realizados por la Unesco demuestran que 30 por ciento de las mujeres se consideran que son hábiles en las matemáticas, lo cual, refleja un reto para lograr una equidad de género en las ciencias exactas.
“Los análisis nos revelan que 30 por ciento de las mujeres se consideran buenas en matemáticas. Las niñas no pueden ser lo que no pueden ver. Entonces, necesitamos trabajar. Siempre hay menores expectativas para las mujeres”, explicó.
Por último, la representante de la Unesco llamó a luchar desde todos los sectores de la sociedad desmontar los estereotipos de género y las normas sociales discriminatorias arraigadas en las sociedades y las instituciones, que están presentes y siguen obstaculizando el acceso de las mujeres a los servicios y las oportunidades.
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