En México decenas de parteras se han manifestado en contra de la NOM 020 para establecimientos de salud y para la práctica de la partería, en la atención integral materna y neonatal, la cual aseguran, busca regular sin fundamentos la práctica de partería y criminalizar a aquellas mujeres que realicen estas prácticas y no sean reconocidas por la secretaría de salud.
Al respecto, Carla Castañeda, integrante de la Red Mexicana de Parteras Autónomas explicó a MILENIO, que con esta nueva norma lo que se está haciendo es dividir a las parteras en profesional y tradicional, con lo cual aseguran que quedan invisibilizados el resto de los caminos formativos parteriles, asumiendo que solo aquellas que cuentan con estudios en los sistemas biooccidentales o pertenecen a comunidades originarias tradicionales pueden ejercer la partería.
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De acuerdo con el proyecto publicado en el Diario Oficial de la Federación, dicho cambio tiene como objetivo definir las disposiciones para que los establecimientos públicos, privados y sociales del sistema nacional de salud puedan incorporar la práctica de la partería dentro del marco jurídico.
Además, con esto también busca reducir la saturación hospitalaria de segundo nivel por partos de bajo riesgo; disminuir el número de cesáreas innecesarias, la violencia obstétrica y la razón de muerte materna, reconociendo a la partería como una práctica segura que también se puede implementar en clínicas y hospitales.
Sin embargo la Red Mexicana de Parteras asegura que más allá de eso, lo que se busca es controlar a la partería desde el sistema biomédico, además de violar el derecho de las mujeres a decidir el lugar y con quién parir.
Pero también aseguran que esto puede tener como consecuencia una criminalización del parto en casa o de las prácticas que no entren dentro del sistema hegemónico de salud, ya que con esto no se reconocería a todas las variantes de parteras que existe y se minimiza de cierta manera el profesionalismo de aquellas que no cuentan con una licenciatura en la materia, pero si la experiencia.
“Las parteras tenemos ya una forma de certificación hecha de parteras para parteras, entonces ¿Por qué el gobierno tendría que venir a decirnos quién si es partera y quién no? Si es algo que hemos hecho desde hace milenios, las parteras existimos desde que la humanidad existe, entonces nos hemos auto regulado nuestro ejercicio parteril desde toda la vida”, señaló Carla.
Ante esto, hacen un llamado al gobierno federal para la revisión de la Norma, ya que ellas no están en contra de su implementación sino de que a través de ella se invalide el trabajo de otro tipo de parteras, por lo cual aseguran que es necesario un análisis exhaustivo antes de su aprobación.
“En esta nueva norma al definir a las parteras como partera profesional y partera tradicional, tal como se está promoviendo en el proyecto, lo que se está haciendo es que se esta invisibilizando al resto de los caminos formativos parteriles, y por lo tanto se está orillando a los límites de la ilegalidad a todas aquellas personas que sin haber cursado estudios desde los sistemas biooccidentales educativos que tenemos normalizados y que no pertenecemos a las comunidades no podamos ejercer”, precisó.