Con el rostro triste a pesar de llevar una sonrisa dibujada gracias a su maquillaje, el integrante de la Agrupación Primero Payasos, narró que ha tenido que vender su propio equipo de trabajo para tener que comer en estos tiempos de coronavirus, pues la pandemia también afectó su gremio.
En entrevista para MILENIO PUEBLA, Danis Boy “Patas de Alambre”, señaló que son un sector olvidado por las autoridades municipales y estatales, debido que para ellos no se ha anunciado ningún programa de apoyo. El payaso indicó que se quedó sin empleo desde que comenzó la pandemia, pues al cancelar el funcionamiento de los salones sociales y fiestas privadas su actividad laboral se terminó.
“Nos cambió la vida a todos los compañeros que nos dedicamos a divertir a la gente, ya que desde que se cancelaron las fiestas particulares y se cerraron los salones de fiestas no tenemos contratos”, expresó.
Comentó que al no contar con un ingreso y un espacio seguro para trabajar, han decidió salir a las calles para hacer sus espectáculos y tener un poco de dinero para mantener a su familia. Ante esto, precisó que los integrantes de la agrupación decidieron trabajar en el transporte público, pues la única opción que les ha dejado la pandemia, a pesar que está consciente que el trabajar en un medio de transporte es poner en riesgo su salud.
Con preocupación relató que uno de sus compañeros fue víctima del virus y falleció recientemente. Expresó que tiene miedo de salir a trabajar, pero es más grande el miedo de no tener un peso para alimentar a su esposa y una pequeña de cinco años de edad.
“No tenemos que comer; tengo miedo de contagiarme y contagiarlas, pero es más grande el miedo que tengo de que me pidan de comer y no tener un peso para alimentarlas, esto al gobierno no le importa, nos sentimos olvidados”, expresó Danis Boy.
Portando un traje color verde limón combinado con un chaleco azul cielo y un sombrero rojo, así como unas chapas en el rostro, compartió que se ha visto en la necesidad de vender su equipo de sonido y trajes de trabajo, ya que los ahorros se terminaron.
Asimismo, entre pena y tristeza comentó que también vendió electrodomésticos y utensilios de cocina de su esposa, pues los gastos no esperan y son más de dos meses sin generar ingresos.
Concluyó que acudieron a Casa Aguayo y al Palacio Municipal para solicitar apoyo, sin embargo hasta el momento no tienen respuesta. “Sólo nos traen vuelta y vuelta y nos dicen mañana, pero para nosotros no hay mañana si no el día a día sin trabajo, ni comida”.
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