Las pulquerías, al igual que muchos otros comercios de la Ciudad de México, han tenido que cerrar momentáneamente debido la emergencia sanitaria por el coronavirus, pero eso no les ha impedido seguir entregando esta bebida legendaria a sus clientes.
Los letreros frente a sus negocios y las redes sociales, principalmente Facebook y WhatsApp, han sido sus aliados para difundir que el producto a está disponible a domicilio o para llevar, mientras esperan la luz verde que les permita volver a abrir las puertas de sus negocios.
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Jorge García, dueño de La Catedral del Pulque, ubicada en la colonia Obrera, tomó esta idea motivado principalmente por sus clientes, quienes siguen extrañando la mística de ese lugar.
“Nosotros no podemos abrir la pulquería, pero al frente de la pulquería está mi hijo y él se ha dedicado a vender el pulque. Ahí llegas, le tocas el timbre y te entrega tu pulque para llevar. Y así es como hemos tratado de sobrevivir estos más de 40 días que llevamos cerrados”.
Otro lugar que también aplicó este sistema para seguir funcionando fue La Paloma Azul, ubicada en Coyoacán. Carlos Beltrán es quien recibe los pedidos y va a entregarlos en su bicicleta hasta la puerta de la casa de quien se lo solicita.
“Fueron tantos los mensajes de los clientes que decidimos, después de dos semanas, iniciar con el servicio a domicilio (…) A los domicilios cercanos a la pulquería se les lleva el pedido gratuito a partir de tres litros y a los lugares más lejanos se les cobra el envío dependiendo su distancia”.
Por lo mismo es que pide paciencia a sus clientes, ya que, a diferencia de cuando vendían en el local, ahora es una persona la que se encarga de llevarlo. Aclara que el servicio gratuito es a una distancia de 15 minutos en bicicleta desde donde se ubica la pulquería, para distancias más largas han recurrido a un carro.
Pese a la reinvención de la venta, ambos representantes de las pulquerías admiten que la medida restrictiva les ha golpeado, no solamente porque los clientes ya no pueden ingresar, también porque se pausó el ritmo de la venta cotidiana de esta bebida, al igual que algunos de sus trabajadores debieron quedarse en casa para evitar la exposición de contagios por la pandemia.
¿Los clientes cambiarán la cerveza por el pulque?
Las restricciones al comercio, en especial a los bares, centros nocturnos y cantinas, sumado a la paralización de algunas embotelladoras que hacen y venden bebidas alcohólicas como la cerveza, genera la posible idea de un auge en el consumo del pulque.
El dueño de La Catedral del Pulque no esconde su alegría por un eventual resurgimiento de la bebida, la cual fue golpeada a nivel económico e incluso cultural tras la llegada de la industria cervecera, lo cual creó mitos que carecen de sustento.
“Gracias a Dios, la gente le agrada el pulque y ha respondido muy bien. Eso es lo que nosotros no queríamos que se perdiera, ese gusto por el pulque. Para mí es fabuloso que el pulque pudiera en algún momento descanbancar a la cerveza, sería un logro muy importante para nosotros que hemos resistido tantas batallas contra la cerveza”.
Desde La Paloma Azul son más escépticos a que la bebida mexicana pueda sobrepasar a la cerveza durante esta pandemia. Ellos han optado también por generar destilado de pulque y miel del agave para que el extracto de la plantación no se pierda.
“Tienes que raspar siempre el aguamiel, porque si no se pone agria. Si no sigues con tu trabajo normal el maguey deja de producir de igual calidad. Entonces, todo esa aguamiel que no llega a la Ciudad de México se está tratando de destilar porque el pulque tiene una vida y si no lo vendes o consumes, se te echa a perder”.
OMZI