“Por su convicción por la justicia, me identifico con Batman"

"Me identifico porque siempre me ha gustado hacer las cosas bien, evitando que figure el yo”, expresó Miguel Ángel Andrade, actual director del IMACP.

Andrade Torres asegura que en su vida diaria no caben las distracciones. (Andrés Lobato)
Elvia García
Puebla /

Si pudiera describirme como un personaje de cómic sería Batman; por su inteligencia, su convicción por la justicia, por evitar el protagonismo, “es un personaje anónimo, un poco oscuro, me identifico porque siempre me ha gustado hacer las cosas bien, evitando que figure el yo”, es lo que expresó Miguel Ángel Andrade Torres, actual director del Instituto Municipal de Arte y Cultura.

Abogado de profesión, poeta de vocación y fotógrafo por convicción, el oriundo de la Sierra Norte de Puebla, detalla que nunca renunció a su sueño de dedicarse a la literatura, aunque las predicciones y pronósticos eran negativos, su pasión y vocación lo han conducido a la creación de dos libros de poesía y uno de fotografía.

En entrevista con MILENIO PUEBLA, asegura que en su vida diaria no caben las distracciones, toda vez que el cargo que tiene requiere de su concentración al cien por ciento. Y si bien por mucho tiempo tuvo una disyuntiva entre seguir con la poesía o la fotografía; ya que del lado de los literatos le decían que no podía ser escritor y dedicarse a la fotografía, y los fotógrafos decían que era escritor y no podía dedicarse a la foto, al final dijo: si se pueden las dos.

Cuéntame más de Miguel ¿qué te gusta?

“No me gusta distraerme, al contrario, me gusta concentrarme. Paso de la música, la imagen y la palabra; escribo mucho, intento combinar la fotografía y la música. Parece vanidoso decir que me gusta concentrarme, pero el trabajo que hoy realizo en Cultura, merece de mi concentración máxima, tanto en la búsqueda e investigación, así como el análisis de todos los elementos en juego”.

Desde niño siempre te llamaron la atención las artes, entonces ¿por qué estudiaste para abogado?

“Desde niño me llamó siempre la atención la literatura y el arte. Estudié leyes porque muchos representantes de la literatura mexicana del siglo pasado eran abogados. Para mí una forma de llegar a las letras era pasar por Derecho, por las nociones básicas de justicia, por el latín, por el conocimiento social, se me quedó eso. Además, mi padre es abogado. Sin embargo, rápidamente vi que no pasaba por ahí, así que lo terminé. Nunca fue una carga, pero ya estaba harto, así que por séptimo u octavo decidí terminar. Aunque mucho de lo que aprendí lo ejercí de manera complementaria con mis libros, con el tema de derechos de autor y los contratos. Incluso la que yo considero mi tesis fue de un libro de poesía con la jerga jurídica, retando la idiosincrasia y las prácticas de los abogados”.

¿Qué te dijo tu papá de que dejaste leyes?

“Sí terminé la carrera, no la ejercí. Me dijo que la poesía no dejaba, no me daría de comer y contra ese pronóstico dije vamos. Somos tres hermanos, yo soy el mayor, mi hermano estudió Diseño Urbano y mi hermana Relaciones Internacionales”.

¿Cuál deporte te gusta?

“Me gusta mucho el básquetbol, es para mí un deporte de desafío, de competencia sana. Soy un apasionado, desde que amanecía hasta que anochecía lo jugaba, la mayor parte de mi juventud lo jugué. Me gusta el desafío mental y el contacto físico, termino exhausto cada vez que lo juego, Ahora por la pandemia no lo practico. Recién salió la serie sobre Michael Jordan, me hizo revivir los momentos de cuando jugaba”.

¿A qué edad escribiste tu primer libro?

“Tengo un par de libros de poesía, el primero se llama “¿Estrés o es traza?”, que está basado en dichos de jerga jurídica, que salió en 2004 y el segundo “La letra inmersa”, que lo publiqué en 2011, la edición es bilingüe, español y francés. El primer libro lo escribí a los 20 años, no me tardé mucho en hacerlo, como seis meses; con toda la energía, ímpetu y juventud. Asimismo, con un grupo de amigos, impulsamos Straza Ediciones, donde pretendíamos dar a conocer la poesía no como una actividad de privilegio o élite, sino como una práctica accesible a todos. Sacamos una serie de libros "antipoéticos" que escaparon de las formas tradicionales. Fue todo un reto, en mi caso se publicó un libro lúdico e irreverente”.

¿Cuál es tu inspiración para la poesía?

“No la entiendo como un pathos romántico, la identifico como una búsqueda incesante de la belleza, y ésta se da en el instante. La poesía es uno de los medios para encontrar los instantes de belleza. Ahí coincide mi gusto por la fotografía; practicarla es buscar el instante, en ese instante está la comunión con el universo”.

“Mucho tiempo tuve una disyuntiva entre seguir con la poesía o seguir en la fotografía, del lado de los literatos me decían que no podía ser escritor y dedicarme a la fotografía, del lado de los fotógrafos decían es que tú eres escritor y no puedes dedicarte a la fotografía, hasta que dije no. Si se pueden las dos, quiero las dos y voy a seguir en ambas. Entonces las combiné en la realización de libros”.

¿Coleccionas algo, además de libros, fotografías?

“Colecciono muchos objetos, me gustan los detalles, aunque me digan acumulador. Me gustan los hallazgos en las calles. Si bien no colecciono todo, me gusta guardar elementos del pasado, como boletos, tickets; los guardo en los libros y luego que los veo, esos detalles se vuelven vínculos al pasado, recuerdas dónde fuiste, cómo sucedió, con quién fuiste, así como cosas de noticias relevantes. Me gusta coleccionar figuras de animales”.


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