Dolor de cabeza, falta de sueño y gastritis, principales consecuencias físicas del estrés financiero

Según el INEGI, el 34.9 por ciento de la población en México tuvo alguna consecuencia fisiológica producida por el estrés financiero en 2023.

estrés se convierte en miedo
César Cubero
Monterrey, Nuevo León /

A nivel nacional, las consecuencias físicas por el estrés financiero se colocaron en primer lugar, siendo el dolor de cabeza, la falta de sueño y la gastritis los impactos más comunes referidos dentro de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023.

De acuerdo con el documento del Instituto Nacional de Estadística y Geografía  (INEGI), que realizó en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), el 34.9 por ciento de la población en México tuvo alguna consecuencia fisiológica producida por el estrés financiero.

Mientras que un 30.7 por ciento refirió un impacto psicológico por esta causa y un 10.3 por ciento señaló consecuencias sociales debido al estrés financiero.

En cuanto a las emociones derivadas por este tipo de estrés las que se experimentaron con mayor frecuencia fueron la ansiedad, tristeza, frustración e irritabilidad.

“Las principales consecuencias del estrés financiero en la salud física, en orden de mayor a menor frecuencia, fueron: Dolor de cabeza: afectó a 34.3 % de las mujeres y a 24.0 % de los hombres. “Falta de sueño: la experimentaron 31.1 % de las mujeres y 23.4 % de los hombres; problemas de gastritis o colitis: presentes en 21.4 % de las mujeres y 11.4 % de los hombres”, indicó la ENSAFI 2023.

Según la encuesta presentada este 25 de junio del 2024 por el INEGI, el 57.2 por ciento de la población en México no experimentó consecuencia alguna derivada del estrés financiero.

Mientras que dentro de las principales preocupaciones financieras de la población de 18 años y más en el país, los gastos inesperados representaron la principal inquietud, con porcentajes de 36.4 en mujeres y 31 por ciento en hombres.

Y, aparecen después, los pagos de alimentación con 21.9 por ciento en mujeres y 21% en hombres; los gastos escolares, con 20.6 por ciento en mujeres y 14.8% en hombres.

ng


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