La Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) custodia el mayor número de inmuebles históricos en América Latina, entre ellos, 45 edificios que abarcan 154 manzanas y 315 Calles, dos son del siglo XVI, tres del XVII, seis del XVIII, 14 del XIX y 10 del XX.
De acuerdo con la investigadora de la máxima casa de estudios del estado, Rosalva Loreto, autora del libro 'El paisaje del barrio histórico universitario'. Siglos XVI-XXI, la política de la BUAP de adquirir, utilizar, mantener y preservar los inmuebles históricos fue un elemento decisivo en la declaratoria de Puebla como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987, y el expediente que sirvió de soporte ante la UNESCO se generó gracias al esfuerzo de universitarios sensibles y comprometidos y a la activa participación de la sociedad civil.
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“Este hecho constituyó el inicio de una política patrimonial única en nuestro Continente que se expresa en la importante inclusión de la Institución en la definición de la traza de una ciudad histórica, única en su género”, destaca la investigadora en su obra.
La BUAP tiene a su cargo la custodia y dignificación de 45 edificios localizados en la poligonal que comprende la zona de monumentos declarada como tal en 1972 y ampliada en 1985 en el Catálogo Nacional de Monumentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
De total de edificios, 39 se encuentran inscritos en el citado documento con la finalidad de su preservación. El espectro de tipologías arquitectónicas que incluye este acervo comprende la eclesiástica y educativa de los colegios jesuitas, pero también la arquitectura civil. La riqueza de sus tipologías comprende desde monumentos de los siglos XVIy XVII que cuentan con planimetría y elementos de arte decorativo renacentistas hasta los definidos por el eclecticismo decimonónico, el art nouveau y los funcionalistas.
En su obra, la investigadora describe y explica histórica y socialmente la importancia del proceso de poner en valor estos inmuebles y el significado de que la BUAP custodie el mayor número de monumentos catalogados destinados al rescate y adecuación de su vocación educativa y de saberes culturales, representando así, un caso único en América Latina.
“La cultura es un constructo social producto de las diversas interacciones que a lo largo de los siglos han establecido las sociedades con la naturaleza y que han dado como resultado diversas manifestaciones civilizatorias. Se han definido los paisajes históricos, se han reconocido los bienes con valor cultural en diversas escalas y se han otorgado valoraciones a las costumbres de sus colectivos”, destaca la investigación.
En su momento, el director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSyH) “Alfonso Vélez Pliego” de la máxima casa de estudios del estado, Giuseppe Lo Brutto, resaltó el compromiso que tiene la institución con la categorización de Puebla dentro del Padrón de Ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Recordó que, desde los años ochenta del siglo pasado, creció la presencia de la universidad en el Centro Histórico y, con ello, se dio a la tarea de rescatar sitios históricos que hoy amplían su vocación para ser un centro de intercambio de saberes diversos.
AAC